LA BIBLIOTECA DE QUITO

El día de hoy se recuerda un año más del fallecimiento del Doctor Pablo Herrera González, hombre ilustre del país el cual al paso del tiempo se ha ido empolvando su memoria y su trabajo. Así que estas líneas van dedicadas a su persona.

PABLO HERRERA GONZÁLEZ.- Nació en Pujilí el 25 de enero de 1820 Hijo de Manuel Herrera Salcedo, sacerdote en Pujilí y de N. González. Nació con un problema en la espalda, el cual era parecido a una joroba.

Recibió sus primeras letras de parte de su Padre, y de allí fue enviado a Quito para ingresar al Convictorio de San Fernando donde obtuvo su bachillerato a los quince años. Regresando a su tierra fue Director de la escuela de varones, la cual en época liberal llego a ser la única escuela fiscal de Pujilí llevando su nombre en reconocimiento.

Un dato sobre ella es que en esta Escuela recibiría su enseñanza Primaria, el niño Antonio José González Zumárraga futuro Cardenal del Ecuador. Pablo vuelve a Quito para formar parte de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central, en la cual en 1850 se recibió de abogado.

CARGOS PUBLICOS

Hablar de los cargos que ejerció en su vida Pablo Herrera se destaca la docencia, y la vida política entre ellos mencionamos:

  • Entre 1846 y 50 fue Jefe de la Biblioteca Pública y encargado del Museo
  • Profesor de Derecho Civil
  • Fue Síndico Municipal de Quito
  • Secretario de la Cámara del Senado
  • Subsecretario del Ministro de lo Interior en 4 ocasiones
  • Secretario del ex-Presidente García Moreno
  • Secretario de la Convención Nacional de 1861
  • Miembro del Consejo Superior de Instrucción Pública
  • Vicepresidente de la República

Ahora refiriéndonos sobre su aspecto académico, hay que rescatar que fue miembro fundador de la Academia Ecuatoriana de la Lengua en la cual después de 32 años después tendría como compañero al Hno. Miguel. De sus obras rescatamos las siguientes:

  • Ensayo sobre la historia de la literatura ecuatoriana
  • Apuntes para la Historia de Quito
  • Reseña histórica sobre la Universidad de Quito
  • Apuntes cronológicos de las obras o trabajos del Cabildo o Municipalidad de Quito desde el año 1534 hasta 1714
  • Espejo y sus escritos y Apuntes biográficos del doctor José Joaquín de Olmedo

Su vida familiar se casó con Ana Donoso Quevedo, con la cual tuvo once hijos, muchos de ellos monjas y sacerdotes. Su biblioteca ocupaba tres enormes habitaciones en una casona del centro de Quito, esquina noroccidental de la García Moreno y Sucre.

Un incidente que no podemos dejar de mencionar es el siguiente: “1894 escribió una refutación al tomo cuarto de la historia de González Suárez que salió con la firma de Fray Reginaldo María Duranti, superior de los dominicanos en Quito y con el título de "La Veracidad del señor doctor Don Federico González Suárez, en orden a ciertos hechos sufridos en el tomo cuarto de su Historia General". González Suárez le agredió manifestando que el menos llamado a hablar sobre el relajamiento del clero era el Dr. Herrera (por su condición de hijo de cura) y lo dejó callado”.

Después de ello le vino una hipertrofia de la próstata con retención de orina, que lo obligaba a vivir con una larga sonda conectada de la vejiga a un frasquito, que le producía molestias y limitaba sus movimientos, así como infecciones y malos olores; por ello usaba permanentemente un largo abrigo, ocultando el frasquito en uno de los bolsillos y disminuyendo su vida social.

A finales de 1895 su enfermedad se fue empeorando, y el Ecuador veía como nacía el Liberalismo con Eloy Alfaro. Pablo Herrera dicto su testamento el 3 de Febrero de 1896 pidiendo que lo enterraran sin ataúd, terminó su existencia el 19 de Febrero a las cinco de mañana. Al día siguiente se realizaron solemnes honras fúnebres en el Templo de la Compañía donde tomó la palabra el Padre Manuel José Proaño Vega, S.J. y en el Cementerio del Tejar lo hicieron Víctor León Vivar, Vicente Enríquez y Telmo N. Viteri.

Su extensa biblioteca fue heredada por su hijo sacerdote, el cual murió de tuberculosis la cual por esta razón fue quemada para evitar cualquier tipo de contagio. Sus papeles pasaron a poder de los Jesuitas y hoy reposan en la Biblioteca de Cotocollao.

Desde García Moreno que lo llamaba “La Biblioteca de Quito”, hasta ser llamado por burla “ratón con corbata”, debido a su pequeña estatura, podemos destacar que su persona dio grandes aportes a la cultura del país. Y en esta semblanza poder en algo rescatar su memoria, para que las generaciones futuras tomen sus escritos para seguir fortaleciendo su conocimiento propio.

FUENTES

  • GUIA DE QUITO de Luis Cordero
  • CON LOS PIES TORCIDOS POR EL CAMINO RECTO del Hno. Eduardo Muñoz
  • DICCIONARIO BIOGRAFICO ECUADOR de Rodolfo Pérez Pimentel

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