SIETE AÑOS PEREGRINANDO

En la Biblia los números tienen tres significados distintos: cantidad, simbolismo y mensaje. El número 7 tiene el simbolismo más conocido de todos. Representa la perfección. Y saben este año en un poquito mas de un mes El Peregrino de Quito cumple su séptimo año. Y aprovecho estas líneas para agradecer a cada uno de ustedes porque cada día siga aprendiendo y conociendo para trasmitirlo desde redes hasta en los recorridos que se realizan por lugares específicos de la capital.

Recuerdo que en pandemia me hicieron una entrevista online una radio y una de las preguntas que me hicieron ¿en que lugar de Quito inicio su peregrinaje? Determinar un punto especifico en si creo que no lo podría dar, pero si dar las 7 bases que han formado al Peregrino de Quito.

Como habitante del centro histórico de Quito pertenezco a la parroquia del Sagrario, lugar de gran trascendencia en la ciudad, es en este bello espacio religioso donde recibí el bautizo. Además, de adolescente pude ayudar a su párroco a organizar el archivo parroquial donde existe grandes documentos históricos.

Mi educación primaria la realice en el Cebollar centenario centro educativo donde grandes personalidades también han cruzado por sus aulas, recibiendo aquí las primeras letras y con ellas en el futuro construir paginas notables en la historia del  país. Aquí mi primera comunión y confirmación en su capilla tuvieron su marca en mi corazón que no se borrara hasta el fin de mis días.

En la Catedral de Quito por mas de 10 años sus paredes, retablos, arte, actividades y personajes fueron moldeando mi curiosidad de aprendizaje e ir excavando con ella el desarrollo de la historia de Quito desde la llegada de la conquista ibérica como las placas de piedra que se encuentra en los exteriores de este magno templo y hasta el de pasear en las alturas para saludar a apóstoles, doctores y un gallo que se encuentra en su tumbado.

La Basilica Menor de la Merced, aquí como catequista por 8 años la mano maternal de la peregrina de Quito, fue la guía para llevar a mas de 200 niños y jóvenes al encuentro eucarístico, como también cada septiembre acompañarle en las madrugadas oscuras por los barrios de Quito hasta que nos sorprenda la luz del nuevo día. Admirarme y aprender de los detalles teológicos y artísticos de Mideros y Pinto en sus obras que adornan este templo mariano.

Un refrán latino dice: Atreverse es hacer, Ecuador es sinónimo de paraíso porque en cada rincón tiene su encanto particular y haberlo cruzado en su gran mayoría, llevando el evangelio ha hecho que mi corazón no descanse al ver sus realidades que también golpean y gritar clamor de una mano amiga.  Que en las 21 provincias donde se ha pasado en tiempos atrás es mi anhelo volverlos a cruzar con pie peregrino y alimentarme mas de sus tradiciones y cultura.


Como dije líneas atrás soy habitante del centro histórico, y de mis mayores que vieron en este sitio la transformación de Quito desde 1935 hasta el momento. Ellos me heredaron su sencillez en transmitirme sus vivencias cotidianas, que después compararía con lo que dirían los libros de historia. Yo crecí entre los 3 derrocamientos presidenciales, hasta incluso salvándome de ahogarme entre bombas lacrimógenas.
Vi las lagrimas y el dolor en carne propia que la moneda nacional quedaba para un recuerdo. Soy de la última generación que creció entre adultos que eran escritores, poetas, artistas, notables que se los encontraba en la plaza grande como un punto obligatorio de su camino hacia su ruta diaria.

Vi en este centro histórico edificios que caían, edificios que dejaban de ser ocupados por familias y remplazados por negocios, habitantes que los despedía porque se mudaban de sector o se iban para la eternidad. Que en menos de 35 años de existencia (nací en 1993), a muchos los vuelvo a ver en un periódico amarillo mientras investigo, a otros en un video de antaño que me encuentro colgado en redes, otros solo alzo la mirada al cielo mientras sonrió y digo en mi mente, espero que con mi peregrinar te logre rescatar del infierno del olvido.

Una vez leí que un Peregrino cuando emprende camino no dejara de andar, y la verdad que este sitio solo a su iglesia entraba 1 vez al año y era por el día de los difuntos. De ahí nada más, pero así entre otras del destino llegue a San Diego, lugar celebre por la leyenda del Padre Almeida. Como catequista de aquí al terminar el año con mi grupo y cuando todo ya se cierra y se apaga en confidencia les digo, que ya no es el Cristo el que pregunta ¿Hasta cuándo Padre Almeida? Sino es este Peregrino que le pregunta al Redentor: Espero haberlo hecho bien este año Señor, y aquí me ven rumbo a los 8 años con una misión nacional que con la confianza en Dios seguiré caminando.

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