EL PADRE GRANDE DE QUITO
En esta ocasión les quiero presentar a un personaje “Grande”, considerado así por muchos Quiteños a través de las diferentes épocas y por diversos biógrafos y escritores.
En el
hogar con los cuidados de su madre piadosa lo llevaría a conocer sobre la
religión, y de su padre la cultura humana que iba avanzando desde su
existencia, destacándose como un sobresaliente alumno. Además prueba de tan
grandes virtudes hogareñas sus hermanos José y Pedro ingresan a La Merced, en
donde se distinguen por su celo apostólico, su observancia y su don de
gobierno. Una hermana de ellos ingresa al monasterio del Carmen en Latacunga.
El Padre
Mariano Ontaneda, a quien hemos de considerar como el primer biógrafo del Padre
Bolaños, en su “Oración Fúnebre” pronunciada a los pocos días de la muerte del Padre
Bolaños, en la iglesia de La Merced de Quito, dijo que el Padre Bolaños había
pensado ser jesuita.
En los
religiosos redentores de Cautivos que con el ejemplo de amor de hijos hacia su
Madre de Misericordia, fue lo que enamoro al joven Francisco, y es así que a
los 15 años de edad en 1716, ingresa a la Orden Mercedaria en su misma ciudad
de Pasto.
Al poco
tiempo se trasladó a Quito, en donde inició su noviciado, que lo realizó bajo
la dirección del P. Juan Carvajal Concluido el año de noviciado hizo con gozo
su profesión religiosa, es decir ya era de todo hijo de la Orden de la
Merced en manos del Padre Presentado,
Fray Domingo Ibáñez, el 17 de enero de 1718.
Enseguida
y bajo la dirección de sabios y prudentes maestros realiza sus estudios
superiores de filosofía y de teología, sin descuidarlas humanidades que le
llevarían hacer Sacerdote. Durante este tiempo de estudiante tuvo una temporada
como maestro al P. Fray Gaspar Lozano, fundador del Beaterío de La Merced de
Quito.
La
predicación, el confesionario y particularmente el testimonio de su
consagración. Una de sus fortalezas era
la evangelización, de una manera particular a los indios y a los pobres,
sabiendo que los indios eran doblemente pobres. Recorrió desde Pasto hasta
Cuenca; visitó y ejerció su ministerio en Ibarra. Quito, Latacunga, Ambato y
Riobamba.
El
Capítulo Provincial de 1730 atento a su piedad y devoción, le nombró Sacristán
mayor de la iglesia de La Merced de Quito, iglesia que estaba en construcción y
que hace poco se encontró el recibo en que firma el Padre Bolaños y Legarda
para la elaboración del retablo mayor.
En plena
juventud, a los 32 años de edad estaba resuelto con las debidas licencias a
dejar el Convento Máximo de La Merced de Quito para aplacar esa sed interior de
oración, silencio, retiro y encuentro más cercano con Dios. Estos terrenos
quedaban cerca del lugar en donde el Inca Huayna Cápac tenía sus casas de
placer, fue este el lugar ideal que escogió para acercarse más a Dios.
El Padre
Bolaños pensó desde el principio en algo grande, en la mente de él estaba a lo
menos un convento para muchos religiosos, con su iglesia correspondiente. La
obra del Padre Bolaños principió en el año de 1733 con su residencia continua
en la fábrica, junto con unos pocos compañeros que, acompañándole, le ayudaban.
El cual en cuaresma a los pocos años era objeto de admiración entre los
Quiteños. Gracias al empeño y emprendimiento pudo levantarse el lugar.
Como
verdadero hijo de obediencia, el Siervo de Dios P. Francisco Bolaños estaba
sujeto a las disposiciones de sus superiores. Así, el Capítulo Provincial de
1739 lo eligió Definidor de Provincia. Igualmente los Capítulos de 1745, 1748,
1751, 1754 y 1756, dice el P Monrroy, lo eligieron consecutivamente Comendador
de la Recolección de La Merced. En 1759 cesa como Comendador y se dedica por
entero a la santificación de su alma, permaneciendo siempre en El Tejar.
La
penitencia, aquella compañera diaria de su vida, va desde la mortificación
interna, mediante la cual domina sus pensamientos, sus palabras, sus sentidos,
hasta la austera y dolorosa mortificación externa, para la cual tiene
instrumentos apropiados, de acuerdo a las costumbres de la época.
Esos
instrumentos son “cilicios de cintura, de muslos y de brazos para ceñirse los
más días; disciplinas de eslabones y de estrellas de fierro, para despedazar
sus carnes; un instrumento de cerda para envolverse el pecho y las espaldas;
otro instrumento de alambres para aplicarse desde el vientre hasta casi la
garganta; ayunos los más días de la semana; cruces para cargar sobre los
hombros los viernes” A eso hay que aumentarla mortificación con que llevaba los
sufrimientos de su estómago que no admitía nada sin producirle vómito.
Los
ejercicios se realizaban en la Cuaresma, todos los cuarenta días; la novena
antes de Navidad. En las solemnidades de Pascua y Pentecostés, el primero y el
diecinueve de cada mes, se empleaban en dar reglas y máximas para el cambio de
vida y la práctica de la vida cristiana. y como es natural, muy pronto
aparecieron los frutos que cambiaron la vida cristiana de innumerables fieles
de Quito y de otras partes: pecadores convertidos, confesiones generales,
reforma de costumbres, cambio de vidas desarregladas.
En 1744
hizo la petición formal para que El Tejar se convirtiera en convento Morirá el
P. Francisco, sin haber alcanzado del Real Consejo de Indias el consuelo de ver
su Recolección formalizada como convento. Pero esto no desanimo ni su trabajo y
espíritu mas bien lo fortaleció en su arduo caminar terrenal.
Cuando
estaba debidamente dispuesto llegó la hora de su tranquila muerte, el 14 de
diciembre de 1785, día miércoles, por la noche a la edad de 84 años y 2 meses
de edad y cincuenta y dos de “austerísima” vida en El Tejar.
El 13 de
diciembre de 2006, en presencia del Alcalde de Quito de entonces Gral. Paco
Moncayo, El Arzobispo de Quito Mons. Raúl Vela y la Comunidad Mercedaria se
mostro el monumento en mármol del Padre Bolaños.
Su
proceso canónico ya está en camino ya es considerado como SIERVO DE DIOS, el
Postulador de la causa es el Padre Alfredo Llumiquinga quien fuera Provincial
de la Orden Mercedaria en Ecuador y Colombia y hasta hace poco Párroco del
Tejar. Cada 14 del mes se realiza una Eucaristía en todas las Iglesias
Mercedarias pidiendo su pronta elevación a los altares.
Hasta la
próxima ocasión
FUENTES
- Oración Fúnebre dada el 20 de enero de 1786, dada por el Padre Mariano Ontaneda
- Historia General de la República del Ecuador volumen Quinto de Mons. Federico González Suarez.
- El Padre Francisco de Jesús Bolaños y Rosero, evangelizador del Reino de Quito de autoría Camilo Orbes Moreno.
- Amor y rigor del siglo XVII EN Quito: vida del Siervo del Venerable Francisco de Jesús Bolaños y Rosero autoría de Fernando Esparza Dávalos.
Muy buena biografía, bien documentada. Disculpen mi pregunta pero me gustaría saber si Francisco de Jesús Bolaños ¿perteneció de alguna forma a los "Mercedarios Descazos"? Tengo entendido que el fundador de los mercedarios descalzos vivió en Quito quizá casi un siglo antes. Ojalá pueda despejar mi duda histórica. Felicitaciones por su artículo.
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