EL PINTOR MÁS ALLÁ DE LA LEYENDA

Al pintor que nos referiremos en las presentes líneas, se conoce poco de su vida mas solo resalta que su personalidad era ser perfeccionista en su trabajo. Tanto así que a su nombre lo rodea la leyenda de una obra suya conocida como “El Cristo de la Agonía”.

Dejando ahora de lado por un momento esta leyenda que salió de la pluma del Escritor Ambateño Juan León Mera, vamos abordar aspectos que rodearon su vida.

MIGUEL DE SANTIAGO.- Nacido en Quito, siendo sus padres los indígenas Lucas Vizuete y Juana Ruiz, no se tiene certeza del año de su nacimiento. Pero muchos estudiosos de su obra y vida lo ubican entre 1630 a 1635. Con sus padres vivió en el barrio actual que se conoce como San Juan, por consiguiente parroquia de Santa Barbara. De su padre se conserva esta descripción: “MAESTRO PINTOR INDIO” Al morir su padre fue adoptado por el Regidor del Cabildo de Riobamba llamado Hernando de Santiago.

Desde allí ya no se conoce más datos sobre su niñez y juventud, hasta llegar a la luz que se caso con Andrea de Cisneros y Alvarado quien tenía vínculos familiares con la Azucena de Quito. De esta unión conyugal salieron cuatro vástagos, dos hombres y dos mujeres. No se conoce nada de los varones ya que murieron jóvenes y no tuvieron descendencia.

Pero las hijas del pintor es las que destacan como es Isabel quien heredo en la sangre el arte de la pintura que existen óleos sobre la infancia de la Virgen y el niño Jesús, adornados con la flora y fauna de su alrededor. A ella se debe un retrato de Sor Juana de Jesús, religiosa de las Clarisas, que tuvo fama de santidad, a quien había tratado y por eso recordaba sus rasgos faciales. El cuadro salió "sino con perfección, con alguna semejanza", según dice el padre Francisco Javier Antonio de Santa María en su "Vida prodigiosa de la Venerable Virgen Sor Juana de Jesús".

Ahora abarcando la leyenda la cual dice que el artista asesino a una autoridad del Cabildo y se refugió en convento de San Agustín, donde vivió pintando al amparo de sus protectores por espacio de algún tiempo, hasta que el crimen fue olvidado. Y la otra leyenda más conocida en que estaba copiando los rasgos de un Cristo agonizante, y para ello amarro a un discípulo en una cruz, pero no contento con la expresión le dio un lanzazo al costado, logrando captar el sufrimiento en todo su esplendor, tras lo cual el modelo falleció.

Cosa que hay que descartar ya que no consta su nombre en líos judiciales, mejor hay que rescatar que fue muy querido entre sus vecinos al punto de ser el padrino de muchas bodas y bautizos, algo que en la cultura significa señal de confianza hacia esa persona y hacerlo digno de compartir con la familia en las alegrías y tristezas.

Ahora refiriéndonos a San Agustín, aquí tuvo el encargo más grande de su vida hecho por el Superior de la comunidad el Padre Basilio de Rivera, quien le solicitó una serie de cuadros gigantescos con episodios de la vida del santo Doctor de la Iglesia de Hipona, para lo cual el artista se inspiró en los grabados de Bolswet, recién llegados de Europa. Los cuales realizo con otras personas de su taller llegando a ser 37 cuadros.

En las inscripciones al pie de cada cuadro se puede observar los nombres del donante y lo que representa lo pintado en el cuadro, cuando Agustín escribe las Confesiones, a la vez que piensa en su vida, entabla un diálogo con Dios, le sirve para afianzar su fe en él y a la vez seguir su búsqueda. Dada su antigua situación, lo acontecido en su vida no puede reconocerse nada más que como pura gracia y misericordia.

En cada cuadro que aun lo podemos observar en el claustro de la Iglesia, es observar al Agustín que su conversión lo hizo palpar que todos estamos en búsqueda de Dios, sin saber que lo tenemos allí en nosotros. Y que a través de estas pinceladas ver en cada uno de nosotros a través de cada cuadro que es lo que pedimos o cuestionamos a Dios.

Ahora yendo siguiendo con otro trabajo destacado nos encontramos con el encargo de Fray Antonio de Onramuño, hijo del Seráfico de Asís en nuestra ciudad le dio el trabajo de realizar con su pincel ocho lienzos que tienen las medidas de 1,28 x 1,78 metros. Que representa a "La doctrina cristiana" y su fin era para fácil comprensión del pueblo.

Pero desde el aspecto histórico teológico y cultural el tema es muy extenso, como por ejemplo mencionar que cada articulación septiforme es un termino ocupado a raíz del Concilio de Trento, aprovechando su valor catequético, pero la enriquece aún más al mezclar en cada uno de los cuadros elementos pertenecientes a las distintas partes de la doctrina.

Y estos son: un mandamiento de la ley de Dios, un don del Espíritu Santo, una de las siete virtudes principales, una petición del Padre nuestro, una obra de misericordia corporal, un vicio y un sacramento. Pero pintar para varias comunidades religiosas no le hizo inmune para tener problemas con una de sus obras.

La Inmaculada Eucarística hermosamente realizada, está compuesta, en la parte superior la Santísima Trinidad en rompimiento del cielo, la representación de Cristo, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en el centro la Virgen en la advocación de la Inmaculada, en sus manos sostiene la Eucaristía pero el detalle de que el Espíritu Santo no sea representado en forma de paloma, sino de persona fue así que tuvo algunos reclamos en cuestión de dogma pero al hacer otra imagen y haciéndolo con la imagen tradicional.

Tuvo mucha acogida, razón por la que se realizaron varias representaciones ejecutadas por autores reconocidos y anónimos. Observar esta obra que esta en el Museo Franciscano Fray Pedro Gocial aparece como intercesora entre los hombres y Dios, su maternidad divina, su virginidad completa antes y después del nacimiento de Cristo, su santidad, su inmaculada concepción y su asunción al cielo.

En el primer Santuario Mariano del Ecuador que es nada menos que Guapulo, su obra se plasmo en 12 cuadros que hacen el conjunto de Milagros de la Virgen de Guapulo. Retratar lo que la fe a la Virgen bajo esta advocación hizo que quedara para el futuro en que la piedad popular hacia la Madre de Dios no hacia distinción entre ricos y pobres, les unía la gracia de recibir el favor de Dios por intercesión de su Madre.

Por eso es que su genio plasmado en sus obras paso los limites y llegó a Bogotá, intercambió regalos con el pintor bogotano Gregorio Vásquez de Arce y Cevallos, su contemporáneo y el más famoso en esos pagos, a quien se dice que obsequió el lienzo "El Alabado", hoy en la iglesia de San Francisco de la capital de Colombia. También nos menciona Jorge Juan y Antonio de Ulloa en su obra "Noticias secretas de América", las obras de Miguel de Santiago pasaron océanos para desembarcar en la ciudad eterna de Roma.

Dicto su última voluntad en esta ciudad de Quito el 31 de diciembre de 1705, la cual se conserva en el Archivo Nacional y dice lo siguiente:

"En el nombre de Dios Todopoderoso, amén sea notorio a todos los que este presente testamento cerrado, última y postrimera voluntad vieren, como yo, Miguel de Santiago, vecino de esta Muy Noble y Muy Leal Ciudad de San Francisco del Quito, hijo natural de Lucas Vizuete y Juana Ruiz, originarios que fueron de esta dicha ciudad; estando, como me hallo, enfermo de la enfermedad que Dios, Nuestro Señor, ha sido servido darme, pero en mi entero juicio, memoria y entendimiento natural; creyendo, como fiel y verdaderamente creo en el misterio de la Santísima Trinidad, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios verdadero, y en todo aquello que tiene, cree y confiesa la Santa Madre Iglesia Católica, Romana, en cuya fe y creencia protesto vivir y morir; y para el trance de dar cuenta de mis pecados, invoco por mi abogada Intercesora a la Serenísima Reina de los Ángeles, María Madre de Dios y Señora Nuestra, y a los demás Santos y Santas de la Corte Celestial, para que intercedan por mi alma ante su Divina Majestad; y porque el morir es natural a toda criatura que vive y la hora incierta, deseando dejar las cosas tocantes al descargo de mi conciencia con toda claridad y distinción:

- hago y ordeno este mi testamento en la manera siguiente:

Primeramente, encomiendo mi alma a Dios, Nuestro Señor, que la crió y redimió con su preciosa muerte y Pasión, y el cuerpo a la tierra de que fue formado, el que quiero y es mi voluntad sea sepultado en la Iglesia del Convento del Gran Padre San Agustín y entierro de los Religiosos de él, en virtud de Bula que tengo para ello, en mi poder; y acompañará mi cuerpo el Cura de la Parroquia de Santa Barba" (Santa Barbara). mi párroco, con Cruz alta y doble de campanas; y aquel día, si fuere hora competente, y si no el siguiente, se me dirá una misa cantada y ofrendada de pan, vino y cera, con Diácono y Subdiácono.

- y se pagará de mis bienes. "Mando a las mandas forzosas y acostumbradas, a dos reales a cada una de ellas, con que las parto del derecho que pudieran tener a mis bienes.

"Mando a la Casa Santa de Jerusalén, ocho reales. Para la Redención de niños cautivos cristianos, doce reales.

"Declaro que fui casado y velado según orden de la Santa 'Madre Iglesia, con Doña Andrea Cisneros y Alvarado, la cual no trajo a mi poder dote ni bienes algunos, ni yo llevé al suyo capital alguno, y los bienes que al presente poseo son adquiridos con mi propio sudor y trabajo; declárolo así para que conste.

"Declaro que durante el matrimonio tuvimos y procreamos por nuestros hijos legítimos, a Agustín de Cisneros, otro Agustín, Bartolomé de Cisneros, Doña Isabel de Cisneros y Alvarado, viuda del Capitán don Antonio Egas, y a doña Juana de Ruiz y Cisneros; y los dichos varones murieron sin dejar herederos, y la dicha Doña Juana falleció dejando un hijo llamado Augustín Ruiz, de edad al presente de ocho años, que lo tengo en mi poder. Declárolos por tales mis hijos, y nieto al susodicho, para que en todos tiempos conste.

Item, declaro por mis casas, las de mi morada que se hallan en este Alto que llaman de Buenos Aires, que las heredé de la dicha mi madre; y las mejoras y cuartos que se hallan, son efectuadas de, mi parte y trabajo, libres de censo, empeño e hipoteca. Declárolo así para que conste.

"Más tengo por mis bienes: media cuadra de tierras cercadas con un cuarto de vivienda de teja de media agua, y otro de paja que hube y compré de Beatriz de la Puente, en cantidad de doscientos y cincuentas pesos, sin cercas ni casas, y al presente está avaluada en quinientos pesos, cuyos papeles paran en mi poder. Declárolo así para que conste.

“Más por mis bienes: un solar en la Colación de la Parroquia de San Sebastián, que por mías son bien conocidas; que parte de dicho solar quedó por fin y muerte de dicha mi madre, y las más partes que pertenecían a los demás herederos las compré, con que Únicamente poseo y son mías dichas partes: declárolo para que conste.

"Más, declaro por mis bienes: otra casa con un cuarto de teja, cubierto a dos aguas, en dicho Alto de Santa Bárbara, que hube y compré en ciento y cincuenta, digo ciento y veinte pesos, a Francisca de Mesa y su hija, cuyos papeles paran en mi poder. Declárolo para que conste.

"Más la cama cotidiana, que se compone: de una cuja pabellón de listado, un colchón, una frezada y sobrecama, dos sábanas de ruan, cuatro de lienzo, una almohada de Bretaña con funda de olandilla.

Dos camisas: la una con su calzón. Dos espadas: la una con concha; ambas sin dagas. Tres arcabuces. Una rodela de marcha. Un escritorio grande, con su cerradura y llave. Tres cajas de madera: la una con su llave, y la ótra sin llave. Dos baúles castellanos, con sus cerraduras y sin llaves. Una mesa grande, que me costó veinte pesos. Dos sombreros:  uno de castor y otro de vicuña. Una olleta de plata y dos cucharas. Un espejo. Una docena de países de a dos varas, hechura de España. Dos retratos de a dos varas, hechuras de España, Otro lienzo de dos varas, pintura de España, hechura de Sierra Morena. Veinte y cuatro lienzos de a vara: unos en bosquejo, y ótros originales. Tres lienzos de a dos varas y media: los dos acabados, y el uno en bosquejo. Una docena de lienzos de tocuyo, de a vara y media: unos en bosquejo y ótros por acabar.

Tres lienzos: el uno, de vara y tres cuartas, que está acabado; el otro del mismo tamaño, acabado; y el otro de dos varas en bosquejo. Otro lienzo de dos varas, acabado. Un país de España. Cuatro lienzos de dos varas: el uno, en bosquejo y el otro acabado. Otro lienzo de dos varas y media, emprusiado.

Un lienzo viejo, pintura y temple. Cinco varas y media de ruan, para una sábana, más de cuarenta libros, chicos y grandes, de distintos autores, propios y ajenos: que los que son y a quienes pertenecen, constarán de una memoria que tengo en mi poder. Es mi voluntad se entreguen a sus dueños, los ajenos y los demás que sobraren los dejo por mis bienes.

"Item declaro debo a los bienes de Ignacio Urazande, cinco pesos y dos lienzos de vara y media, en bruto, con sus bastidores: es mi voluntad se le paguen.

"Item, debo a la Compañía de Jesús, de resulta de bastidores y lienzos en bruto diez y seis pesos. Mando se paguen de mis bienes.

"Y aunque por cuenta de sus pinturas me dio el Padre Sebastián de Abad cien pesos, éstos se los volví. Y no debo más de dichos diez y seis pesos por los bastidores y lienzos: declárolo así para que conste.

"Item, me debe Fray Francisco Zambrano, religioso del Convento de Predicadores, ocho pesos. Mando se le cobren, por mis bienes.

"Item, que don Marcos, el sastre, me debe cinco pesos por fianza que hizo a un indio. Mando se le cobren.

"Declaro que por orden y permiso del Muy Reverendo Padre Maestro Fray Antonio de Onramuño, Comendador del Convento de la Merced, tengo pintados cuatros lienzos de distintas efigies; y aunque importaron cincuenta pesos, será lo que Su Paternidad Muy Reverenda ordenase, por cuya cuenta se hizo el medio año por el dicho Don Antonio Egas. Y lo que hubiese tocado de gastos de parte de dicho Convento, se haga descuento, y en caso de que dicho convento me deba, liquidado se cobre, y si yo debiere se pague.

'Item, un indio vecino mío, llamado Pichuro, mc debe seis pesos: mando se cobren.

"Más, la viuda de Miguel de la Chica me debe diez pesos: mando

se cobren.

'Item, la india Carrera, que la conoce Ana Galarza, me debe dos pesos: mando se cobren.

"ltem, un indio llamado Pedro, y Teresa, su mujer, me deben cien pesos: mando se cobren.

"Item, el indio cantero, nombrado Marcos, me debe cerca de veinte pesos por el entero de unas piedras de portada: mando se cobren.

Y de dar dichos pesos o enterar dicha portada, se le han de entregar al susodicho dos botijas, una frezadita pequeña y una mesita, que las quité para su seguro.

"Item, declaro que compré dos pilares de piedra que servían en el retablo de Nuestra Señora de los Angeles, a Joseph de Luna, mayordomo, en treinta pesos, por cuya cuenta hice las pinturas que se hallan en su capilla, y no debo cosa alguna. Mando se traigan dichos pilares.

"Item que en mi poder para la escritura de compra que hizo dicha mi hija Doña Juana, de una casita que está inmediata a la que poseo, la cual casa pertenece al dicho mi nieto: es mi voluntad se le entregue dicho instrumento. Declaro así para que conste.

"Item, que la dicha Ana Galarza posee un pedazo de tierra en dicho Alto, que lo hube de mi padre. Es mi voluntad prosiga la susodicha con su propiedad, por el servicio personal que le debo, sin que ninguna persona ni heredero tenga intervención en dichas tierras; que así es mi voluntad.

"Item, que no me recuerdo deber más, ni que me deban: y en caso de que jurídicamente conste de que deba o me deban, se pague o se cobre.

"Y para cumplir y pagar este mi testamento, sus mandas y legados, dejo y nombro por mis albaceas testamentarios y tenedores de bienes, al Maestro don Antonio de la Chica Cevallos, Presbítero, y a la dicha Doña Isabel, mi hija legítima, a los cuales les doy el poder y facultad que se requiere por derecho, para que entren en los dichos mis bienes, derechos y acciones, y los vendan y rematen en almoneda pública o fuera de ella, y, demás del albaceazgo, les prolongo el más tiempo necesario.

Y por cuanto el dicho mi nieto es menor, nombro desduelo" por tutor y curador de su persona y bienes, en toda forma de derecho, al dicho Maestro Don Antonio de la Chica, para que los administre at honestos lucsun en el ínterin que saliere de la edad pupilar: que así es mi voluntad.

Y en caso de que el susodicho fallezca dentro de dicha edad, sin ser apto a disponer de sus bienes, dejo y nombro por su heredero a la dicha mi hija Doña Isabel.

Y cumplido y pagado este mi testamento, sus mandas y legados, en el remanente de mis bienes que quedare y finiere, dejo y nombro por mis herederos universales a los dichos Doña Isabel mi hija legítima, y al dicho mi nieto. Agustín Ruiz, para que hereden de los dichos misbienes con la bendición de Dios y la mía.

"Item, declaro que debo al Doctor Don Gabriel de Zuleta cuarenta y cinco pesos, que me los dió para la formación un lienzo, el cual no se ha hecho. Mando se le paguen de mis bienes.

"Con lo cual revoco y anulo y doy por ningunos y de ningún valor y efecto, otros cualesquier testamentos, codicilos, poderes que haya dado, para testar por escrito o de palabra, para que no valgan ni hagan fe judicial ni extrajudicialmente, y sólo quiero valga este testamento por tal o por aquel instrumento que permita el derecho en descargo de mi conciencia y Última voluntad; que es fecho y otorgado en esta muy Noble y muy Leal Ciudad de San Francisco del Quito, en treinta y uno de diciembre de mil setecientos y cinco años, y lo firmo.

Testado = compró con su dinero. No vale.

Miguel de Santiago.

Murió el lunes 4 de enero de 1706, se tramito bula Papal para que su cuerpo sea depositado en la Iglesia de San Agustín, y dentro de los actos funerarios que se realizo están en el de su cadáver fue colocado en una sala, sin puertas, tendido en el suelo y amortajado con el hábito de San Agustín, un crucifico sobre el Pecho y cuatro velas de a libra puestas a los lados.

El cortejo fue presidido por el Párroco de Santa Bárbara, la misa se cantó en la Iglesia de San Agustín y su entierro en la misma de dicho convento ante gran asistencia de amigos, discípulos y artistas.

El testamento fue encontrado por Alfredo Flores y Caamaño quien lo presento en el diario el Comercio, y en lo posterior, unos pequeños extractos del testamento y también la transcripción por el Sacerdote Dominico José María Vargas en su obra del arte ecuatoriano dan a conocer el testamento.

El instituto Nacional de Patrimonio Cultural del Ecuador en el año 1992 creó el Museo Miguel de Santiago. Se tenia planeado realizar en el 2020 varias actividades para resaltar su nombre, debido a la pandemia solo se pudieron hacer algunas ponencias vía virtual.

Hemos querido dedicar esta primera biografía del año a este genial pintor, para tomar como referencia que su legado vive a través de conocer su obra con nuestros propios sentidos, y ella sea que nos lleven a sumergirnos al mundo en que vivió y quiso transmitir con su pincel este genial artista que mas lo envuelve la leyenda que la realidad.

FUENTES

  • La escultura barroca quiteña y sus modelos grabados articulo del Dr.  Ángel Justo Estebaranz
  • Canones et Decreta Concilii Tridentini ex editione Romana
  • Historia general de la República del Ecuador de Federico González Suárez
  • Obras del Padre José María Vargas sobre el Arte Colonial Quiteño
  • Algunas consideraciones sobre el arte barroco en Quito y la interrupción ilustrada (Siglos XVII y XVIII), en Arte de la Real Audiencia de Quito, siglos XVII-XIX: patronos, corporaciones y comunidades de Alexandra Kennedy-Troya
  • Transcripción del Testamento de Miguel de Santiago realizado por El Lcdo. Luis Azuero

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