MARIA ANGELICA IDROBO
MARIA ANGELICA IDROBO.- Nacida en la parroquia San Pablo,
cantón Otavalo de la Provincia de Imbabura, Ecuador el 29 de julio de 1890. De
una familia que el magisterio corría por sus venas.
Aquí debemos rescatar un hecho significativo en su infancia
que da testimonio de ello la hermana de María Angélica: "Cuando Alfaro fue
presidente en mayo de 1901 llegó a la población de Atuntaqui. Esta visita era
parte de la gira que realizaba a las provincias de Imbabura y Carchi. Los pocos
liberales y los niños de las escuelas recibieron al Viejo Luchador.
Mi hermana María Angélica Idrobo, una niña de11 años,
pronunció el discurso de salutación a nombre de los niños del lugar y luego
entregó un ramo de flores. El discurso emocionó sobremanera a Eloy Alfaro,
quien acarició la cabellera y las mejillas de la niña, le puso sobre la silla
del caballo y recorrió con ella un trecho de la población. Al despedirse el
General elogió la vivacidad de la niña y le pidió a nuestro padre – que era el
maestro del pueblo- que cuando la niña terminara la educación primaria, le
enviara al Instituto Pedagógico de Señoritas con una beca. Este hecho quedó en
el alma de María Angélica, la que desde ese día soñó con ingresar a ese
instituto”.
Apenas graduada de normalista, María Angélica se dedicó a la
enseñanza. Adquirió práctica y conocimientos pedagógicos que sus cualidades
vieron las autoridades para que fuera fue becada y pudo viajar a la Argentina y
el Uruguay para perfeccionar las técnicas docentes y adquirir nuevos
conocimientos y sistemas educacionales.
María Angélica Idrobo a su regreso al país se quedaría en la
ciudad de Quito donde viviría y seria el escenario para desplegar su trabajo
arduo por la educación de la mujer. Desvelos, sacrificios no doblegaron a esta
mujer que permitió contagiar ese entusiasmo a otras compañeras.
Cuando la Doctora Matilde Hidalgo fue la primera mujer en
acercarse a una urna electoral en la provincia de Machala a dar su voto, las
maestras Victoria Vásconez Cuvi y María Angélica Idrobo escribieron en defensa
del derecho al sufragio.
Por Decreto Supremo No. 61 de 13 de agosto de 1925, la Junta
de Gobierno Provisional del Movimiento Juliano ordenó establecer en toda
cabecera cantonal una escuela de artes y oficios para mujeres, a cargo del
respectivo municipio.
Entre otras actividades que desplegó esa agrupación estuvo
la organización de una escuela primaria y un colegio de educación profesional
nocturno para mujeres obreras
En Quito, en particular, se inauguró la Escuela Municipal de
Industrias y Oficios para Mujeres en 1926 a partir de la cual se fundó el Liceo
Fernández Madrid (1930). En este Liceo la maestra María Angélica Idrobo
plasmaría su concepción de “educación integral” dirigida a jóvenes de sectores
populares urbanos.
Fundó los liceos “Ariel de Guayaquil”, “Fernández Madrid” y
“Simón Bolívar”, y fue además, durante muchos años, rectora y profesora del
Colegio Normal Manuela Cañizares, de esta ciudad capital, aquí podemos
mencionar dos anécdotas en su faceta de educadora.
Como no habían libros y como gran maestra que fue organizó
un sistema: tenía únicamente diez libros en circulación y los libros daban la
vuelta con cuatro días de tiempo para cada alumna, nos pasaba, por ejemplo, en
Literatura Española, La Vida es Sueño, nos pasaba el Quijote, nos pasaba las
Moradas de Santa Teresa, nos pasaba García Lorca, Machado, Unamuno, para que
cada una vaya leyendo y deposite a las compañeras dentro de los cuatro días, y
los libros daban la vuelta, porque no teníamos como comprar, era la guerra, y
como no venían libros y algunas tampoco teníamos dinero para comprar lo poco
que había.
Ella hizo esto, nos hacia circular y entregábamos los libros
y la que no entregaba perdía el turno y tenía que dar examen del libro que no
había leído. Luego íbamos a la biblioteca... la Srta. Idrobo también iba a la
biblioteca, allí la encontrábamos siempre. Ir a la biblioteca era una alegría,
porque uno encontraba lo que quería. Las bibliotecas fueron algo muy especial
para nosotras..".
Aquí en este reglamento se puede observar cómo era la
formación humana y académica de María Angélica Idrobo para sus alumnas. Aquí
mencionamos algunas de ellas:
- Estaba prohibido el uso de medias de seda, joyas, adornos de fantasía, afeites y maquillaje. (Lo mismo cuando fundó el colegio técnico Simón Bolívar en 1940 incorporó en el Reglamento la sencillez y prohibición de usar afeites y maquillajes).
- Las alumnas internas no podían utilizar los servicios de las externas o sirvientes para llevar o traer comunicaciones clandestinas o valores; se menciona que se sancionará hasta con la expulsión.
- Las internas tenían salida los primeros domingos de cada mes y si se atrasaban a la entrada (las 6 p.m) perdían la salida del mes siguiente.
- En el quehacer cotidiano se exigía a las estudiantes mantener un trato cortés con los profesores y empleados.
- Los modales impropios de gente culta serían motivos de fuertes sanciones y hasta de la expulsión.
- En el caso que tuvieran que hacer algún reclamo lo harían en forma delicada. La misma delicadeza observarían en el trato diario con sus compañeras. Se dice: “es de imperativa necesidad que las futuras maestras se habitúen al trato y a las maneras propias de las personas educadas”.
Su esfuerzo hizo que el Manuela Cañizares sea un espacio que
sus alumnas aprendían mientras enseñaban como menciona Ana María Goetschel
"un laboratorio pedagógico". Además a su trabajo fue lo que permitió
conseguir el lugar y los recursos para la construcción del nuevo local, en
donde funciona hasta el día de hoy.
Otra anécdota comentada por su sobrino Nilo Idrobo nos
menciona que “en medio de su apretada agenda como rectora y maestra del Colegio
Manuela Cañizares se dio tiempo para hacerse cargo de la crianza de una sobrina
y un sobrino que quedaron huérfanos muy niños”.
María Angélica enfermó siendo ya María Luisa maestra le dijo
en el lecho que sería de muerte: “Tú me vas a reemplazar hasta que yo me sane”.
De acuerdo al testimonio ese sería el impuso definitivo para su carrera.
En su “Elegía a la Maestra”, dedicado por la poeta azuaya
Mary Corylé a María Angélica Idrobo y Zoila Ugarte dice, entre otros
versos:
Cuando creó Dios el poema del Niño, creó, asimismo, un corazón mil veces materno
y mil veces inmenso,
cómo para acunar ese poema y le
nombró Maestra.
Tú que has vertido el raudal de la sabiduría en la redoma pequeña y hermosa de las mentes
juveniles. Tú, Maestra que bien puedes
exigir en nuestro Ecuador, el
Patriarcado de las Letras, Bendita seas
Su sepelio fue multitudinario y sus restos depositados en la cripta de la Basílica del Voto Nacional. Lugar en el cual "ha sido olvidada y no recibe visitas y es una persona que pocos saben quien es ella", palabras del cuidador del lugar.
Carlos Teófilo García (editor de la revista El Magisterio en 1917) sugirió que debía hacérsele un monumento y para ello se nombró un directorio. En el “Llamamiento cordial para la erección del monumento a la gran Maestra Srta. María Angélica Idrobo” se dice que fue “ilustre arquitecta e infatigable obrera de la cultura nacional, que fue pionera en señalar nuevos rumbos a la educación de la mujer ecuatoriana, que para ella el blanco, el negro, el mestizo y el indio solo fueron expresiones humanas a las que había que educar, porque ella proclamó la democracia más pura y más sublime”.
Llegando el 24 de mayo de 1960 se erigiera su busto en la
avenida patria de esta capital. Así su imagen aunque pasa desapercibida por los
caminantes. Tú que has visto estas líneas, en la que conoces ahora sobre su
vida y transcendencia.
Y mi invitación sincera a los estudiantes que se forman en
los establecimientos dejados por ella, a ser una ciudadanía rica en honradez,
sacrificio y tenacidad para hacer con ello un Ecuador próspero y que de ejemplo
por fuera de su grandeza.
- EDUCACIÓN DE LAS MUJERES MAESTRAS EN LAS ESFERAS PÚBLICAS QUITO EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX.
- MARÍA ANGÉLICA IDROVO, MAESTRA INNOLVIDABLE
- DIARIO EL COMERCIO
- ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR
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