PRIMER SANTUARIO MARIANO EN QUITO
Terminamos el mes de mayo, que es dedicado por tradición a la Virgen María. Para lo cual queremos cerrar con broche de oro dando a conocer el primer santuario que se levanto en su honor en nuestras tierras.
SANTUARIO DE GUAPULO.- La palabra Guápulo proviene del idioma chibcha de origen Caribe, que significa en español “Papa Grande”. Está ubicado al noreste de la ciudad de Quito por el legendario camino al “País de la Canela”, a 2.690 metros sobre el nivel del mar, en la llanura de Iñaquito.
En 1587, en Quito se construye una pequeña capilla en
Guashayacu que significa “agua a la espalda”, Guápulo, dedicada al culto a la
Virgen María en la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe, tiene su origen
en la Provincia Española de Extremadura siendo por esta razón el primer
Santuario Mariano del Ecuador.
Las tierras destinadas a este Santuario, son donadas por la
cofradía de Nuestra Señora de Guadalupe en Quito y es por esta razón que el
Santuario de Guápulo está alejado del centro de la ciudad, lugar antiguamente
habitado en su mayoría por pobladores indígenas.
En 1595 el ilustre Fray. Luis López de Solís, Obispo de
Quito, empezó la construcción de una segunda capilla en la cual se celebró el
culto hasta 1705. La actual construcción del santuario corresponde a la tercera
edificación, iniciada en 1649 y terminada en 1693.
En el interior descansa la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe de España o de Guápulo, obra elaborada por el escultor español Diego de Robles, el cual además hizo las imágenes de El Quinche y del Cisne. y la policromó el pintor Luis de Rivera.
El arquitecto constructor fue el hermano franciscano Fray
Antonio Rodríguez, uno de los famosos arquitectos en el Quito Colonial, por su
espléndida obra realizada y sus trabajos en el Santuario de Guápulo, la Iglesia
y Convento de Santa Clara, el Claustro de Servicios del Convento de San
Francisco (actual claustro del museo), el segundo Claustro del Convento de
Santo Domingo, el relleno y la construcción de la Iglesia del Sagrario y
posiblemente de la fachada de la iglesia de San Agustín.
El templo, amplio y noble, es de una sola nave, con planta
de cruz latina de 60 por 27 metros, presidida por gran cúpula central. La
fachada conjuga un neoclásico sencillo, con original campanario de dos cuerpos
superpuestos.
La iglesia conserva su estilo que se complementa con un
retablo de formas neobarrocos. En su interior alberga un museo, donde existen
obras de varios representantes de la Escuela Quiteña, así como vestimentas
sacerdotales tejidas en hilo de oro y plata.
Además cuenta con lienzo que pintó Miguel de Santiago en los marcos de los retablos y cuadros que hacen referencia a los milagros de la Virgen. Estas obras constituyen uno de los momentos más fundamentales del Arte Quiteño
Debido a los terremotos la gran nave se ofrece casi desnuda
de ornamentación, como no sea la de resalte geométrico con reminiscencias
mudéjares y el friso que corre a lo largo de los muros.
Resto de antiguas grandezas es el púlpito, tallado por Juan
Bautista Menacho en 1716, justamente celebrado como uno de los más bellos del
Nuevo Mundo. Concluida la parte arquitectónica del santuario, para la obra
pictórica se llevó a Guápulo a Miguel de Santiago y al joven Nicolás Javier
Goríbar.
De éste queda un retablo firmado, en el templo. Miguel de
Santiago pintó lienzos para los marcos de los retablos y cuadros con asunto de
los milagros de la Virgen. Estas telas constituyen uno de los momentos
fundamentales del arte Quiteño.
El artista, al tiempo que refería la anécdota, evocaba
escenas del tiempo, situándolas en un ambiente entre trágico y mágico. Realismo
mágico americano, tenso dramatismo, alucinantes efectos, hacen de esta serie lo
más vigoroso y personal de la obra del gran pintor.
El Retablo primitivo del Altar Mayor de la iglesia se
destruyó en uno de los incendios en 1839, juntamente con la imagen de Nuestra
Señora de Guadalupe, que fue tallada por el artista toledano Diego de Robles y
policromada por el pintor Luis de Rivera en el siglo XVI.
La reconstrucción fue rápida, ya que manos a la obra el nuevo retablo se inauguró el 8 de septiembre de 1841. De ello la Iglesia vivió 17 años de tranquilidad hasta que el terremoto de 1868 la afectara severamente en la que se fisura la bóveda, con la que 2 años más tarde se vino abajo la cúpula del crucero.
En la que también hay que tener en cuenta es que la torre de
la Iglesia se perdió, bajo la dirección del Arquitecto Juan Pablo Sanz, empezó
la reconstrucción. Pero otro incendio en 1929 en la que destruyo el retablo y
la imagen de la Virgen, por la que se realizó una campaña pública para hacer la
reconstrucción.
El retablo actual es obra de los hermanos Tejada realizada en el año de 1935. La imagen de Nuestra Señora de Guadalupe data de 1953 y es obra del artista Montesdeoca. Los hermanos Tejada tallaron el actual retablo inspirados en uno de los doce lienzos de Miguel de Santiago del siglo XVII, en el cuál se observa de fondo al antiguo Retablo Mayor.
Está realizado en madera de cedro y decorado con pan de oro,
en el nicho central existe una réplica de la Virgen de Guadalupe, en las calles
laterales los cuatro evangelistas, cuatro apóstoles y cuatro profetas menores,
observando el retablo desde abajo hacia arriba.
Algo que no se puede dejar de admirar en el templo es el
pupito, lugar donde se daba los sermones al pueblo hasta 1963, este data de
1716, atribuido a Juan Bautista Menacho como tallador y Cristóbal Gualoto como
dorador del siglo XVIII.
Tallado en madera de cedro con siete nichos con sus
respectivas imágenes como: San Francisco Javier, San Pedro, San Ignacio de
Loyola, San Juan de Buenaventura, Santa Catalina, un ángel, Santo Tomás de Aquino
y San Ambrosio,
Aquí predomina la decoración donde principalmente predomina
el estilo barroco y churrigueresco, considerado como uno de las mejores obras
en Iberoamérica y único en su estilo y forma.
La fachada del Santuario de Guápulo, data de 1600 a 1700 aproximadamente, la que consta de dos cuerpos: el primero con su gran portal de entrada entre columnas pareadas de orden jónico y dos paredes de pilastras encajadas.
En cuyos separantes se han dejado espacios superpuestos para
los clásicos nichos de la arquitectura cristiana del siglo XVII. Todo esto
sostenido por dos pilastras, en el mismo existe una inscripción, en un
castellano antiguo el mismo que expone:
“ALABADO SEA EL SANTISSIMO SACRAMENTO DE MM, CONSEBIDA SIN
PECADO ORIGINAL POR SIEMPRE”
El segundo cuerpo está compuesto con dos ventanas gemelas
entre dos parejas de pilastras con capitel corintio y sobre este conjunto un
frontón interrumpido y en él un nicho pequeño donde se aloja una Virgen.
Este cuerpo se une con el anterior por medio de dos aletas
en sus flancos sobre los cuales se destacan dos pináculos piramidales que
coronan la fachada una magnífica espadaña levantada sobre una base flanqueada
en sus esquinas frontales por cubos como los de una fortaleza.
El cuerpo de campanas macizo en su parte inferior es coronado en la superior por un arco sobrepuesto de un frontón entre dos remates. Al costado izquierdo del portal tenemos la imagen tallada del primer Cardenal Ecuatoriano Carlos María de la Torre.
En la restauración que se realizó por el último incendio de 1929, en esos trabajos la Arquidiócesis de Quito encomendó a la Orden Franciscana el cuidado del lugar, esto permitió que la comunidad creara el Colegio Seráfico.Lugar en el cual jóvenes de edad de secundaria
ingresaban en internado y terminando ese
proceso podían ingresar a la Orden, muchas generaciones de hombres abrazaron el
estado eclesiástico en este lugar, entre los que se cuenta al anterior
Arzobispo de Quito Mons. Fausto Travéz oriundo de Toacazo.
Cuando el Arzobispo de aquel entonces fue elevado por la
Santa Sede a la dignidad DE Cardenal se creó un alto relieve al costado
izquierdo del portal se encuentra la figura del prelado Quiteño.
En cuya inscripción señala que “La Orden Franciscana y la Parroquia de Guápulo conceden a su eminencia el Primer Cardenal del Ecuador, conocido como Arzobispo de Ovito, el Sr, Dr., Carlos María de la Torre el 14 de junio de 1953”.
Este Colegio funciono hasta la década de 1980, en el cual
sus instalaciones funciona la Universidad SEK,
Además existe el Museo “Fray Antonio Rodríguez”, posee una colección
importante de bienes culturales de arte religioso quiteño de los siglos XVI,
XVII, XVIII, XIX y XX.
Cuando el gobierno
español y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, que patrocinaron la
restauración de la Iglesia de San
Francisco, se logró extender para que también la Iglesia de Guápulo tuviera
esos beneficios fueron realizados desde 1987 hasta 1993.
Con ello el 8 de septiembre de 1994, Guápulo se convirtió en Parroquia. Siendo su primer Párroco Fray Jorge González Pérez. Las fiestas franciscanas y la devoción a la Virgen de manera particular el 1 de enero por la Virgen de la Nube y el mes de mayo es escenario Guápulo de abundantes romerías de instituciones educativas y fieles que acuden a venerar a la patrona de este lugar.
Esperando que estas líneas hayan ayudado a conocer sobre la Historia del primer Santuario Mariano en Ecuador, el cual existe en Quito. Sus comentarios y sugerencias siempre son bien recibidos
FUENTES
- GUÍA DE ARQUITECTURA DE LA CIUDAD DE QUITO
- LA ESPIRITUALIDAD FRANCISCANA A TRAVÉS DE LA IMAGEN
- LA IGLESIA Y EL PATRIMONIO CULTURAL
- ARTE COLONIAL QUITEÑA
- LA ESCULTURA EN EL ECUADOR DURANTE LOS SIGLOS XVI, XVII, XVIII
- PÚLPITOS QUITEÑOS
Gracias por toda la información de tu investigación, ha despejado tantas dudas sobre su nombre y función a lo largo de los años. Gracias Peregrino por tan profunda descripción
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