AUTOPSIA A GABRIEL GARCIA MORENO

Al conmemorarse un año mas del asesinato del Presidente Doctor Gabriel García Moreno, transcribimos el informe de la autopsia que se realizo el dia mismo de su asesinato. 

Garcia Moreno fue trasladado á la capilla de Nuestra Señora de Dolores, en la iglesia Catedral, LUGAR DONDE MURIÓ LUEGO DE MEDIA HORA DE HABER SIDO ATACADO EN LAS GRADAS DEL PALACIO DE GOBIERNO.

En un local de la casa de los canónigos, (Museo de la Catedral en la actualidad) contigua a la misma iglesia Catedral, se hizo el siguiente reconocimiento ó autopsia del cadáver.

“Esteban Gayraud, Decano de la Facultad de Medicina del Ecuador, Miguel Egas, Catedrático de Anatomía, y Rafael Rodríguez Maldonado, Catedrático de Terapéutica, Materia Médica y Clínica interna, y miembros de la misma Facultad, dijeron, en virtud del juramento que tienen prestado: que habiéndose presentado, por orden del Señor Juez de Letras, el día seis de los corrientes á las cinco de la tarde, en la casa de los señores Canónigos de la Santa Iglesia Metropolitana de esta ciudad, con el objeto de practicar del cadáver del Excelentísimo Señor Doctor Don Gabriel García Moreno, Presidente de República, entraron en la primera sala que está á la izquierda de la escalera, en donde encontraron al referido cadáver, que yacía en el suelo, y en decúbito , cubierto por unas sábanas ensangrentadas y sobre una frazada que tenía muchas manchas de sangre, así como la almohada que sostenía la cabeza. Después de haberlo hecho trasladar á un sitio más conveniente y colocándolo en una mesa adecuada para practicar la autopsia, observaron lo que á continuación se expresa.

EXTERIOR.—Vestía el cadáver: 1o. Una camisa blanca de lino, muy manchada de sangre, sobre todo, en su parte posterior y superior, y cortada en los puntos correspondientes á las heridas del brazo izquierdo y de la región cervical posterior ó inferior, de las que luego se hablará.—2o. Una camiseta de lana, también blanca, con menor número de manchas de sangre y los mismos cortes que la de lino. —3o. Pantalones de paño negro, muy manchados de sangre en diferentes puntos. —4°. Calzoncillos blancos con una sola mancha de sangre en su parte superior y posterior. No calzaba medias ni zapatos, los que, sin duda, se le habían quitado para aplicar varias hojas del papel Rigollot (sinapismos) que aun permanecían adheridas á la planta del pié izquierdo, sin haber producido efecto alguno.—Colgaban del cuello dos escapularios ensangrentados, el uno del Sagrado CORAZÓN DE JESÚS y el otro el llamado de las Misiones; y, además, un rosario de cuentas negras pasadas en un cordón de seda carmesí, del que pendían una medallita, en el anverso con el busto de su SANTIDAD PÍO IX, que se hallaba cubierto de sangre en su mayor parte y con un bajo relieve en el reverso representando el concilio ecuménico de 1869, y un relicario de plata que dejaba ver, al través de un vidrio, una pequeña cruz blanca sobre un fondo de género rojo.

CABEZA.— La cara estaba pálida, con pequeñas manchas de sangre, sin herida alguna y sólo con equimosis en el párpado superior del lado izquierdo.— El cráneo presentaba: 1°., á seis centímetros encima del ojo derecho, una contusión acompañada de escoriaciones de la piel y derrame sanguíneo subcutáneo; 2°., á tres centímetros encima de la contusión referida, una incisión semicircular de la piel y de las partes subyacentes, de doce centímetros de extensión y formando un colgajo de arriba abajo y de derecha á izquierda, con separación completa de una porción de las láminas internas del frontal y parietal, y en su parte baja hallábase un fragmento óseo del temporal, completamente desprendido, de tal modo que en el fondo de esta herida aparecía la duramadre en la extensión de cuatro centímetros de diámetro; 3°., al lado izquierdo y á tres centímetros del borde externo del arco superciliar, una herida limpia, rectilínea, de un decímetro de extensión y también con división del hueso correspondiente, sin penetrarlo en todo su espesor; 4°., en la extremidad superior de esta herida, otra circular negruzca y como del tamaño de una lenteja, herida que sólo interesaba la piel; 5°., á cinco centímetros afuera y atrás del mismo arco superciliar izquierdo, una herida pequeña, negra, de bordes , sin penetración; 6°., un poco más atrás, otra herida oblicua, casi circular, muy extensa, con rotura del hueso correspondiente, análoga á la herida semicircular del lado opuesto; 7°., debajo de la que se acaba de describir, tres heridas horizontales: las dos primeras superiores paralelas y de nueve centímetros; la tercera, interior y más extensa, convergente hacia la segunda en su parte posterior, dividía completamente el pabellón de la oreja en su tercio superior, con mucha regularidad: estas tres heridas han penetrado hasta el hueso correspondiente, despedazándolo en gran parte y reduciéndolo á esquirlas puramente adheridas á las partes blandas: la falta de algunos fragmentos óseos deja la duramadre al descubierto en la extensión de cinco centímetros de diámetro; 8o. en la parte posterior y encima de la protuberancia , una herida casi vertical, rectilínea, con separación y desprendimiento de la lámina externa del , y en su borde derecho hasta penetrar en la cavidad craneal: la extensión de esta herida es de siete centímetros, y la dirección de la del hueso es oblicua de arriba abajo y de izquierda á derecha; 9o. á cinco centímetro» detrás de la oreja derecha y paralela á su dirección, una herida vertical que penetra hasta el hueso, el que se halla cortado oblicuamente de atrás adelante y de izquierda á derecha: la extensión es de seis centímetros; en el labio posterior é inferior de esta herida, hay otra pequeña que mide dos centímetros de extensión y penetra toda la piel.

CUELLO. —Presenta: 1o en el lado izquierdo y á tres centímetros debajo del lóbulo de la oreja una herida muy oblicua, semicircular con separación de la piel, la que formaba un colgajo de seis centímetros medidos de arriba abajo y en su mayor extensión; 2o. en la parte posterior y á tres centímetros de la derecha de la séptima vértebra cervical, una herida vertical tres centímetros de extensión y que interesaba sólo la piel.

TRONCO. —Debajo de la espina del , del lado derecho, existía una herida , negra, como carbonizada, en una extensión de dos centímetros de diámetro.

MIEMBROS. — La mano derecha presentaba una extensa herida longitudinal situada en el espacio que separa el anular del meñique, la que dividía completamente las partes blandas comprendidas entre el cuarto y el quinto metacarpianos y los huesos del carpo hasta penetrar en la articulación radio cubital inferior por sus catorce centímetros de extensión; esta herida formaba del meñique y de toda la parte interna de la mano y de la muñeca, un colgajo unido sólo en su parte superior con los tegumentos de la piel, correspondientes al apófisis des del cúbito..—La mano izquierda manifestaba en el dorso y correspondiente á la parte superior del segundo metacarpiano una herida trasversal de tres centímetros de extensión y con fractura de la extremidad superior del segundo metacarpiano. — El antebrazo izquierdo presentaba: 1°., en la parte media de su cara posterior y á ocho centímetros encima de la muñeca, una herida circular de bordes contusos, negruzcos y de un centímetro y medio de diámetro; su dirección es oblicua de arriba abajo, de fuera adentro y de atrás adelante; en el fondo de su trayecto que se hallaba delante de la extremidad inferior del , encontraron debajo de la piel una bala cilindro-cónica ligeramente aplanada en uno de los puntos de su base, la que tenía nueve milímetros de diámetro, siendo su altura de quince milímetros; la extensión total de este trayecto es de ocho centímetros; 2°., en su parte posterior, superior y algo interna, una herida oblicua de abajo arriba, de fuera adentro y de atrás adelante, y su extensión es la de un decímetro. Esta herida se halla complicada con una fractura conminuta de la extremidad superior del , el fragmento superior está rodeado de cuatro esquirlas adheridas; el corte del fragmento inferior es muy regular y sigue la misma dirección que la herida dé las partes blandas. Al mismo tiempo una lujación hacia atrás y fuera del radio, el que presenta en el borde externo de su cabeza una pequeña pérdida de sustancia. — El muslo izquierdo presentaba en la parte media de su cara interna una cicatriz arrugada y deprimida, como vestigio de herida antigua. La pierna derecha ofrecía en su parte media, correspondiente á la espina de la tibia, cicatrices irregulares de color oscuro y también dependientes de antiguas soluciones de continuidad.

APERTURA DE LAS CAVIDADES. La. —Encefálica. Debajo de la duramadre y en el lado derecho del cerebro, se encontró un abundante derrame sanguíneo reciente, y en el lado izquierdo otro todavía más extenso y también reciente, con división longitudinal de la duramadre, la que correspondía á la  fractura conminuta del hueso temporal del mismo lado. En los ventrículos laterales y medio del cerebro se notó un reciente y considerable derrame de sangre. Ninguna otra lesión más de los centros encefálicos. 2a. — Torácica. Todos sus órganos se hallaban en su estado fisiológico. 3a. — Abdominal. Los órganos contenidos en esta cavidad estaban sin lesión alguna.

En virtud de lo observado y de lo que dejan expuesto, los infrascritos creen poder deducir estas conclusiones. 1a., las heridas descritas son producidas unas por instrumento cortante y punzante, otras por instrumento contundente ó por proyectiles lanzados por armas de fuego. 2a., Las heridas causadas por instrumento cortante y punzante, no pueden ser sino el resultado de la acción de una arma blanca muy afilada, de mucho peso y bastante extensión, según lo dan á conocer las dimensiones de' longitud, anchura y profundidad de estas lesiones, lo mismo que la rotura limpia y regular de casi todos los huesos subyacentes á todas las heridas. 3a., El instrumento (machete ó cuchillón Collins &. 0a. número 222) que han tenido á la vista, les parece que es el que ha producido las ya referidas lesiones, hechas por un individuo de gran fuerza muscular. La forma de la punta de este instrumento explica también la forma y disposición especial tanto de la herida observa da en la parte posterior del cuello y que interesó sólo la piel como la herida del dorso de la mano izquierda, complicada con la fractura del segundo piano. 4a., Las heridas contusas del cráneo, que (pie- dan señaladas con los números 4". y 5°., la 1a. del antebrazo izquierdo y la de debajo de la espina omóplato derecho, son producidas por proyectiles arrojados por armas de fuego, según lo acreditan todos sus caracteres y, además, la presencia en una de ellas de una bala-cilindro cónica (de nueve milímetros de base y quince milímetros de altura), como las que se usan en cierta clase de revólveres. 5a., La herida 1a. del cráneo, acompañada de escoriaciones de la piel y derrame sanguíneo subcutáneo, sin fractura del hueso, parece ser producida por el choque de esta parte con un cuerpo duro y resistente. 0a., La lujación del radio del brazo izquierdo es ocasionada, al parecer, por una caída sobre este lado del cuerpo ó por el esfuerzo hecho al levantarse, tomando un punto de apoyo en el antebrazo, cuyo cubito estaba ya fracturado por instrumento cortante. 7a., Las ocho heridas del cráneo, marcadas con los números 2°., 3"., 0"., 7°., 8°., y 9°. y producidas por la acción de un instrumento tajante ó cortante, son todas esencialmente mortales. 8a., Las demás heridas descritas habrían producido accidentes graves, hasta exigir algunas de ellas la amputación de un miembro; pero sin amenazar directa é inmediatamente la vida. 9a., las heridas que van puntualizadas en la séptima conclusión han debido causar inmediatamente la muerte del Excelentísimo Señor Doctor Don Gabriel García Moreno.

Es cuanto pueden decir, y toda la verdad, en virtud del juramento que ya tienen prestado

. — Quito, agosto 7 de 1875

Esteban Gayraud

Miguel Egas

Rafael Rodríguez Maldonado

Si quieres conocer las prendas que se conservan hasta el día de hoy de Gabriel Garcia Moreno, te dejo el link donde puedes ver Las Reliquias de Gabriel García Moreno

FUENTES

  • APUNTES BIOGRÁFICOS DEL GRAN MAGISTRADO ECUATORIANO SEÑOR DOCTOR DON GABRIEL GARCIA MORENO DEL DOCTOR PABLO HERRERA

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