EL VIDENTE MANABITA DEL PRODIGIO DE LA DOLOROSA

En un anterior articulo nos referimos de un testigo del Prodigio de la Dolorosa, que el hecho radica en el de haber parpadeado en el comedor del Colegio San Gabriel en el centro de la ciudad de Quito.

Fueron estudiantes internos, religiosos y empleados de servicio los primeros en ser beneficiados de este suceso que marcaría a Quito desde entonces.

Ahora dentro de este aspecto quiero compartirles en estas líneas, la biografía sobre uno de los videntes de este suceso. Quien su testimonio y comportamiento en las gestiones  realizadas resaltaría Y que era lo que hacía en ese momento y cómo fue su vida después  de este hecho.

WILFRIDO LOOR MOREIRA.- Nacido en Calceta Manabí, en el año de 1894. Sus Padres fueron el Señor Baldomero Loor Vera y de la Sra. Zoila Moreira. Poco se sabe de cómo fue su llegada a la ciudad, se encuentra su nombre en la nómina de estudiantes internos del Colegio San Gabriel.

Aquí nos detenemos en este detalle y vamos a ver que este joven de 12 años, que era la edad que contaba cuando aquel 20 de abril de 1906. Después del hecho de aquella noche se divulgo a la mañana siguiente por la ciudad y la Iglesia también tomo medidas para ello.

Se empezaron las gestiones para verificar el hecho Y probar por todo medio el  acontecimiento. Desde declaraciones juramentadas hasta exámenes médicos  individuales a cada uno fueron las actividades que se hicieron para comprobar el prodigio.

Este era como primero un escrito de puño y letra diciendo como paso los hechos y que vio su persona sobre ello. Luego la persona en presencia del notario y del médico representante de la comisión juraba lo que estaba escrito con anterioridad.

Luego de ello se podía suprimir o aumentar bajo juramento lo que había escrito. Después como punto final otro representante de otra comisión hacía preguntas sobre su conducta o estado emocional actual.

En el pliego 12 del Proceso Canónico consta el testimonio de nuestro biografiado en el que textualmente dice: “Yo estaba conversando malas palabras, cuando vinieron los de  la 1era Comunión, a decirle al P. Roesch, yo no le creí, y seguimos conversando malas  palabras, cuando vi levantarse a todos, pero yo en medio de toda la bulla, vi al cuadro de la Santísima Virgen de los Dolores, cerrar y abrir el ojo derecho, y quedé como si nada hubiera visto, haciéndome poca impresión. W. Loor. —Natural de Calceta en Manabí, de 12 años de edad”.

Con este testimonio se dio para el siguiente paso que fue el reconocimiento que se dio a la semana siguiente en la cual dice textualmente lo siguiente:

En cuatro de mayo de mil novecientos seis se presentó ante el Sr. Juez Comisionado, el niño Wilfrido Loor que, bajo la gravedad del juramento, dijo: que el escrito anterior es suyo propio; y aclaro que sólo una vez vi que cerraba el ojo derecho, pero en eso no tenía yo mucha claridad; oía decir a los niños que estaban viendo, mas yo no puedo asegurar el hecho, a pesar de que tengo buena vista, y había suficiente luz en el comedor. Y firma con el Sr. Comisionado y el Notario; de que doy fe. —Alejandro Mateus.— Wilfrido Loor.
Siento por razón que la diligencia practicada con el niño W. Loor, consta sólo en la hoja de su escrito. — Gómez Jurado.”. es por ello que en los informes presentados por la comisión de nudo facto o relación judicial se refiere con estos términos: “WILFRIDO  LOOR.—Manabita, 12 años: «Vi cerrar y abrir el ojo derecho»”.

Y en el informe de los médicos que se encargó de ver la salud, temperamento y aptitud para la sugestión de cada uno de ellos para esto lo indican como procedieron en el informe presentado:

“Lo que cada uno de ellos vio en el hecho extraordinario, que se afirma haberse  efectuado en la imagen de la Virgen Santísima de los Dolores; el estado en que tuvieron el ánimo antes de ver el prodigio, mientras lo veían y después que dejaron de verlo; las ideas que surgieron en ellos cuando tuvieron noticia del acontecimiento y mientras se acercaban al cuadro; el grado de crédito e importancia que dieron a esa noticia, lo que sintieron en su interior cuando presenciaban el extraordinario fenómeno que se realizaba en los ojos de la indicada imagen; la duración que esa impresión ha tenido en cada uno, y el grado de certeza y convicción en que se hallaban, cuando hablaban con nosotros respecto de lo que creían haber visto.”

Pero aquí resalta nuevamente nuestro biografiado y en este informe se dice de Loor lo siguiente: “Tan solo tenemos que exceptuar al niño Wilfrido Loor, que se manifestó muy vacilante e indeciso, al contestar a nuestras preguntas, con la precisión con que lo exigíamos que lo hiciera, de manera que no pudimos cerciorarnos de si este niño había visto O no el prodigio.”

Terminando estas gestiones la vida de Wilfrido Loor se podría decir que regreso a la normalidad, hasta que en su época universitaria estaba parado en la esquina del panóptico de Quito siendo testigo del inicio del arrastre de Alfaro hacia el Ejido.

  • Ya graduado de Doctor en Jurisprudencia de la Universidad Central del Ecuador, de allí que sus funciones en el campo judicial destacan las siguientes:
  • Ministro de las Cortes de Justicia en Guayaquil y en Quito
  • Presidente de la Honorable Corte Superior de Guayaquil
  • Senador al Congreso de la Republica

También destaco con sus investigaciones sobre hechos y personajes que marcaron la Historia del país, entre sus obras están las siguientes:

  • Los Jesuitas en el Ecuador
  • Cartas de García Moreno en varios tomos
  • García Moreno y sus asesinos
  • Eloy Alfaro
  • José María Yerovi

Los testimonios de sus compañeros tanto de estudios como los de labores destacaron su honradez y servicio hacia sus semejantes. Cuando vivía en Quito se lo veía como una persona más en las procesiones de la Dolorosa, y cuando tuvo oportunidad de defenderla con sus escritos lo hizo sin titubear.

Cuando se conmemoro las bodas de oro del prodigio, se volvió a reunir los chicos que fueron los videntes de aquel abril de 1906, ahora todos ya frisando los 60 años se reunió con 10 de sus compañeros de los cuales sobrevivían.

Sus últimos años los vivió en Guayaquil hasta que el domingo 6 de mayo de 1984, luego de la misa de cuerpo presente sus restos fueron llevados a Quito siendo depositados en la cripta de la Iglesia de la Dolorosa.

Seis años más tarde el 28 de mayo en Manabí se creó una parroquia rural del Cantón el Carmen con su nombre.

Es así que hemos querido dar a través de este personaje cual fue los hechos y curiosidades en el proceso de la Dolorosa con el adolescente Wilfrido Loor.

FUENTES

  • PROCESO CANONICO DE LA DOLOROSA DEL COLEGIO
  • ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR
  • LA DOLOROSA DEL COLEGIO
  • DOLOROSA DEL COLEGIO ROSARIO DE LA AURORA


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