EL GRAN GESTOR DE QUITO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
RODRIGO PALLARES ZALDUMBIDE.- Nacido en la
capital de los ecuatorianos en la semana de Pascua de Resurrección el sábado 18
de abril de 1925, sus padres fueron: Antonio Pallares García y Luz Zaldumbide
Gómez de la Torre. Ultimo de 8 hermanos de un hogar rico en sentimientos nobles
y de descendientes de personas ilustres de la patria como es el caso de Gonzalo
Zaldumbide abuelo de nuestro biografiado.
Con una expresión tan viva que nos invita a
dibujar al niño y joven Rodrigo, ser una persona creativa, emprendedora y
solidaria que demostraría más adelante en las actividades que realizaría. Es
así que su vocación le llevo a culminar con notable éxito ingeniería en la
Universidad Central del Ecuador.
Y así llegar a ser becario por el Gobierno
francés y estudiar Arquitectura en la Escuela Superior de Bellas Artes de la
Sorbona contando con 23 años, y con una Europa en vía de recuperación de los
estragos de la terrible segunda guerra mundial.
En estas épocas estudiantiles se daría una conversación significativa en
que copiamos textualmente lo que dice su hija:
En su vida personal se enamoró y formo
hogar con Pepe Carrión, segunda hija del hombre que hizo posible la Casa de la
Cultura Ecuatoriana. De esta joven pareja brotaron 2 bellas mujeres y 2 hombres
fuertes. Además del amor a su familia era un verdadero enamorado de varias
facetas de lo que le rodeaba, entre ellas el de la creación en el ámbito
vegetal.
Puso todo su esfuerzo en su gestión
cerciorándose el mismo en cada uno de estos espacios emblemáticos de nuestra
bella ciudad con sus trabajadores, y así contagiar esa llama a los que rodeaban
y no cesar esfuerzo por alcanzar el ideal propuesto en su alma apasionada por
la capital.
Reunido en Washington para su segunda
sesión, del 5 al 8 de Septiembre de 1978, el Comité del Patrimonio Mundial
inscribió doce sitios culturales o naturales de sietes países “que merecen ser
preservados en beneficio de la humanidad entera”. Un 8 de septiembre de 1978
siendo Quito y las Islas Galápagos en abrirse campo en este ámbito.
Siempre sencillo con la jovialidad de
enseñar y aprender, siguió su vida ayudando tanto en proyectos para la
preservación del patrimonio, como también en rescatarlo como es el caso de
recuperar muchas piezas arqueológicas del país en el extranjero. En el 2008
salió su libro Quito, Patrimonio de la Humanidad.
Siempre el amor a la familia se había extendido de sus 4 hijos a la de 8 nietos y 3 bisnietos. Y su pasión por esta ciudad será lo que les marque a cada uno de ellos, para que ya adultos con la honradez y solidaridad como pilares resalten en los campos elegidos de su vida profesional.
No cometas nunca el terrible crimen de
creer que las grandes metas no se hicieron para ti y que los grandes ideales
son únicamente para otros. Estas líneas que dan a conocer brevemente sobre la
persona que con su dedicación Quito tenga un título cultural.
Justamente eso nos llama a ser culto
además, no es simplemente saber muchas cosas, sino, más bien, tener una
explicación coherente, y en clave de verdad, de lo que es el hombre y el mundo
que le rodea. Lo importante no es tener muchos conocimientos, sino que esos
conocimientos den una respuesta acertada a los problemas nuestros y de quienes
nos rodean.
La verdadera cultura ha de servir para
interpretar correctamente la vida, para hacerla más humana, para descubrir sus
posibilidades más genuinas y apuntar a sus más auténticas aspiraciones. Como
diría una amiga: “El patrimonio no se entiende, sin el amor y el sentido de
pertenencia”.
FUENTES
- Facebook de Agueda Pallares
- Diario El Comercio
- Diario El Universo
- Página web del Municipio de Quito
- Facebook de Susana Freire
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