LOS PILARES DE AMERICA 1era Parte

En esta serie de entregas se referirá a los héroes indígenas que sus bustos se localizan alrededor de la Plaza Indoamérica, es decir a la entrada de la Universidad Central del Ecuador en Quito. Con ocasión de conmemorar un año mas del Descubrimiento de América.

TEHUELCHE – Argentina

Los Tehuelche (anteriormente llamados Puelche, "Gente del este"), y luego los Mapuche ("gente de la tierra"), fueron los que más tiempo habitaron la zona. Los registros más antiguos que existen sobre población humana en la Patagonia datan de 11 mil años y 4 mil desde que una cultura similar a la Tehuelche se asentó en el lugar. Parte de ellos dominó estas tierras hasta la llegada de los españoles. Los Tehuelche eran un pueblo nómade que basaba su economía en la caza y en la recolección de productos de la tierra, principalmente el guanaco, por la carne y el cuero que les servía para vestirse y para construir los toldos en los que vivían. Cazaban con arco y flecha o con boleadoras y se vestían con taparrabos, mocasines y quillangos de cuero (una especie de poncho). Entre sus características se puede destacar que eran monoteístas, creían en el dios "Kooch" y en la vida después de la muerte. Además enterraban a sus muertos en Chenques, sepulturas situadas sobre los puntos más elevados del terreno o en la cima de las montañas.

Creían en el dios Ngenechén y también en un espíritu del mal llamado Hualichu. La ciudad de Buenos Aires tuvo dos fundaciones. La primera tuvo lugar en 1536 y fue realizada por Pedro de Mendoza. La segunda fue llevada adelante por Juan de Garay en 1580. Éste había partido en Abril de 1573 junto a cien hombres al frente de una expedición desde Asunción. Al llegar, el 11 de Junio de 1580, estableció la Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María del Buen Ayre.

Con las invasiones inglesas (durante los años 1806 y 1807) algunos caciques Pampas y Tehuelche ofrecieron, sin respuesta del gobierno, a sus hombres y caballos para hacer frente a los ingleses. Después de la Revolución de Mayo de 1810 el gobierno retomó una política más ofensiva contra los pueblos originarios: se los enviaba como prisioneros a realizar pesadas tareas o quedaban reducidos en reservas. Los que lograron sobrevivir en ellas tuvieron que pasar por largas gestiones para lograr un título de propiedad colectiva que les permitiera subsistir en un sistema de propiedad distinto.

La lengua Mapuche sigue viva en sus descendientes que, pese a las dificultades, conservan con ella parte de su cultura. En la actualidad en la provincia del Chubut hay diferentes comunidades y la más cercana a Esquel es la de Nahuel Pan, que queda a unos 18 kilómetros de la ciudad. Otras de ellas son la denominada Buenos Aires Chico, ubicada en la jurisdicción de El Maitén y Lago Rosario en la zona de Trevelin.

La Declaración de Independencia de la Argentina fue una decisión tomada el martes 9 de julio de 1816 por el Congreso de Tucumán, por la cual declaró la formal ruptura de los vínculos de dependencia política de las Provincias Unidas del Río de la Plata con la monarquía española.

TUPAC CARARI – Bolivia

Sin padres desde muy pequeño, se nutrió de la tradición oral aymara. Y pudo alimentarse de ella y asi rechazar a la opresión a que los sometían los españoles a su pueblo. Inclusive tuvo acercamientos con Túpac Amaru con la muerte de El y de

Líder del levantamiento indígena que tuvo lugar en Bolivia en 1781 y que puso en jaque a las autoridades coloniales españolas. Huérfano desde muy pequeño, sirvió durante años en la parroquia de su localidad natal, y si bien no tuvo acceso a la educación por la humildad de su condición, se nutrió de la tradición oral aymara. Todos los testimonios sobre su vida indican que desde muy temprano compartió el sufrimiento de sus hermanos indígenas y manifestó públicamente su rechazo a la opresión a que los sometían los españoles.

Tras las muertes de Túpac Amaru, con quien había mantenido contactos, y de Tomás Katari, el líder de la insurrección de Chayanta, tomó el nombre de Túpac Katari. Durante la insurrección, Túpac Katari lideró un ejército de más de 40.000 indígenas, y mantuvo sitiada la ciudad de La Paz durante tres meses.

Fue apresado al ser traicionado por uno de sus colaboradores y, una vez juzgado por las autoridades españolas, fue condenado a muerte y ejecutado en Peñas (La Paz), el 15 de noviembre de 1781. Tras cortarle la lengua para que nadie escuchara sus últimas palabras, cruciales como mensaje en un pueblo de tradición oral, se le condenó a morir descuartizado por caballos que tiraban en direcciones opuestas. Idéntica suerte corrieron sus inmediatos seguidores.

Para tener en cuenta el primer español que arribó para colonizar las tierras actuales bolivianas fue Diego de Almagro, después de partir del Cuzco con el fin de conquistar Chile. Muerto Almagro, Francisco Pizarro envió a su hermano Gonzalo a conquistar y colonizar la región del Collasuyo. Pedro Anzúrez fundó La Plata (actual Sucre) en 1538, Potosí surgió en 1545, La Paz en 1548, Santa Cruz de la Sierra en 1561 y Cochabamba en 1571.

El país se declaró independiente el 6 de agosto de 1825, mediante la Asamblea General de Diputados de las Provincias del Alto Perú con el nombre de República de Bolívar que fue cambiado por República de Bolivia independizándose de España.

CAMARAO – Brasil

Antonio Felipe Camarao Guerrillero indio brasileño. Nacido probablemente en la Capitanía del Río Grande en el año 1580 y muerto en la provincia de Pernambuco el 24 de agosto de 1648.

Apenas disponemos de datos sobre los primeros años de su vida, miembro de la tribu indígena brasileña de los potiguares, su nombre fue Potiguaçu Poti. Su padre jefe indio, de igual nombre, inició, en representación de los miembros de su pueblo, las negociaciones de paz con los portugueses a finales del siglo XVI. Tras suceder a su padre como jefe de los potiguares, fueron frecuentes los contactos de Potiguaçu con europeos sobre todo con los misioneros jesuitas, los cuales consiguieron su conversión al catolicismo el 13 de junio de 1612 en la capilla de San Miguel de Guajerú.

Tras ser bautizado su nuevo nombre fue Antonio Felipe Camarao, se eligió Antonio por ser el santo del día, Felipe como homenaje al rey de España y Portugal, Felipe IV; y Camarao por ser la traducción de su apellido, Poti, al portugués (en castellano Camarón). Al día siguiente de su bautizo Camarao contrajo matrimonio con una de sus mujeres, la cual tras ser también bautizada tomó el nombre de Clara de Camarao.

Además de un perfecto portugués, también conocía bien el latín debido a su educación en una escuela misionera dirigida por los jesuitas. Con el fin de la tregua de Amberes se inició una vez más la guerra entre España y Holanda y se fueron perfilando los planes de éstos últimos de ocupar Brasil, para explotar sus recursos minerales y sobre todo controlar el comercio del azúcar. Fue precisamente en año 1630 cuando Antonio Felipe Camarao pasó a la acción en Pernambuco y organizó un ejército, con el fin de incorporarse, junto a otros indios, a las tropas de Matías de Albuquerque. Este foco de resistencia no contó ni con el apoyo material del Gobernador General ni con el de Felipe IV y su corte, ya que éstos veían improbable que los insurgentes derrotaran a los holandeses, tras el fracaso que ellos mismos habían obtenido.

Camarao destacó por su habilidad en el combate y por su valor, que le llevaron a participar en las acciones más arriesgadas en numerosas ocasiones. Durante estos años se convirtió en uno de los más famosos adversarios de los generales holandeses destacados en la zona y en un colaborador muy valioso para Albuquerque.

Camarao intervino en una de las grandes batallas de la guerra contra los holandeses, está fue la primera batalla de Guararapes, celebrada el 19 de abril de 1648. En ella además de Camarao participaron soldados portugueses, indígenas y antiguos esclavos de origen africano. Esta batalla supuso un duro golpe para la moral de los holandeses, ya que la victoria de los rebeldes fue total.

Algunos historiadores brasileños ven en esta batalla el inicio de la independencia de Brasil, puesto que durante la mayor parte de la guerra contra la invasión holandesa no fueron enviadas ayudas ni por parte de España ni por parte de Portugal.  Tras la batalla, Antonio Felipe Camarao cayó gravemente enfermo aquejado de altas fiebres, las cuales le llevaron a la muerte; según la mayoría de los autores, el 24 de agosto de 1648 a la edad de sesenta y ocho años.

Camarao fue homenajeado por todas sus valerosas acciones tras su fallecimiento; pero también recibió grandes honores durante su vida, puesto que algunos años antes había recibido el título de gobernador de todos los indios de Brasil y el tratamiento de Don, merced que sólo podía otorgar el rey; además fue nombrado caballero de la Orden de Cristo, honor que hasta ese momento no había tenido ningún indígena americano.

Hay que destacar que el indio Camarao estuvo acompañado, durante todos los años que permaneció en combate por su mujer Clara, la cual demostró gran valentía y sus grandes habilidades como jinete, dirigiendo un escuadrón de mujeres en la defensa de Bahía. El 22 de abril de 1500, de la flota comandada por el portugués Pedro Alvares Cabral conquistaron al territorio donde hoy se encuentra Brasil.

En 1822, Don Pedro proclamó la independencia de Brasil con la célebre frase “Independencia o muerte” y, en seguida, fue aclamado emperador. Según nos cuenta la historiografía tradicional, todo esto sucedió sin un mínimo de luchas; desestimando, de ese modo, a los diversos y significativos movimientos insurgentes ocurridos en varias regiones de Brasil, que se negaban a estar bajo el control del proyecto excluyente de Estado encabezado por la elite de Río de Janeiro.

CAUPOLICAN – Chile

Personaje de gran fortaleza física y valentía, debido a ello es elegido toqui (jefe militar) de los mapuches, pueblo que resistió la conquista española del sur de Chile. Junto con Lautaro fue uno de los conductores de los araucanos en las guerras del siglo XVI. El poema épico La Araucana, de Alonso de Ercilla, relata su obra heroica como también Rubén Darío también le dedicó un poema.

Caupolicán fue del grupo que formaron una junta de guerra para enfrentarse a la dominación española de Pedro de Valdivia. Organizó la resistencia ante las fundaciones españolas de los fuertes establecidos en el sur. Una vez vencidos los españoles y capturado Valdivia, Caupolicán presidió el juicio que decidió su muerte, y en el que, según parece, Lautaro fue un acusador feroz, frente a la benevolencia del jefe confederal. El gobernador Pedro de Valdivia fue ejecutado el 25 de diciembre de 1553, y con él los cincuenta hombres que le habían acompañado hasta Tucapel.

Vino luego el sistemático ataque indígena a todos los asentamientos españoles durante el mandato del gobernador Francisco de Villagra, sucesor de Valdivia, que fue derrotado en Marigüeñu y obligado a abandonar Concepción y a dejar aislada a La Imperial. El cronista Alonso de Ovalle menciona algunas de tales acciones: “Éste (Caupolicán), el que desmanteló a Purén, hizo el famoso saqueo en la ciudad de Penco, no dejándola piedra sobre piedra, habiendo antes, con sola la fama y nueva de su venida, obligado a los españoles que desamparasen la ciudad y se la dejasen libre”.

Caupolicán recibió diversas ofertas de paz y rendición que rechazó una tras otra, manteniéndose siempre partidario de la resistencia. Convocó a los caciques confederados para otra nueva campaña, pero esta vez se opusieron a participar en ella algunos caciques recelosos. Decidió entonces atacar con los guerreros de su propia tribu y se dirigió hacia Cañete. Pero los españoles supieron de sus intenciones por un espía y fraguaron una estratagema para defenderse, de modo que Caupolicán tuvo que retirarse; perseguido por los españoles, fue finalmente capturado.

Caupolicán fue ejecutado en la plaza de la ciudad de Cañete el año 1558. El capitán Alonso de Reinoso le condenó a morir en el suplicio de empalamiento, para escarmiento de los indios: mientras el palo iba destrozando sus entrañas, un grupo de indígenas leales a los españoles le lanzaban saetas con sus arcos.

Alonso de Ercilla, en su obra, se quejó amargamente por el tormento infligido a Caupolicán. Su muerte no sirvió sino para avivar más todavía el espíritu indómito de los araucanos. El cronista Ovalle, antes citado, escribió: “La muerte de Caupolicán no sólo no enfrentó, ni puso terror a los araucanos, pero los irritó y encendió aún más en el deseo de la venganza y en el odio hacia los españoles”.

Tras una larga travesía desde Cuzco, atravesando el desierto de Atacama y los valles transversales y superando las hostilidades de algunos grupos indígenas, el conquistador extremeño Pedro de Valdivia el miércoles 12 de febrero de 1541, fundaría oficialmente la ciudad de Santiago de Nueva Extremadura (Santiago del Nuevo Extremo) en honor al Apóstol Santiago, santo patrono de España.

El 12 de febrero de 1818, Bernardo O'Higgins (el padre de la patria chilena) proclamó oficialmente la independencia de España. En 1837, el presidente Joaquín Prieto decidió concentrar las fiestas nacionales de febrero al 18 de septiembre las cuales se celebran hasta el día de hoy.

CALARCA – Colombia

Un personaje histórico que tiene sobre su nombre dos ópticas totalmente opuestas: considerado un héroe por algunos, condenado por su infame salvajismo por otros. Reconocido como un hombre que luchó por su pueblo, Junto a sus guerreros contra los invasores españoles con prodigioso valor.

En una acción temeraria, lideró junto al cacique Coyara un grupo comando que llegó hasta los aposentos del gobernador Diego de Ospina en el fuerte de San Lorenzo. Cuando estaban a punto  de capturarlo, irrumpió en su socorro Juan Bioho, un esclavo negro, dándole oportunidad al gobernador de tomar su pistola y disparar sobre Calarcá, quien herido salió a gatas para fallecer cinco días después.

La crónica de Fray Pedro Simón, quien en ese momento se encontraba en el fuerte, señala que Calarcá "traía el rostro rayado con listas de betún colorado y amarillo" y que el día de su muerte fue un miércoles, treinta días después del domingo de Resurrección del Señor del año 1607. Hay relatos que indican que su hija Guaicamarintia, se convirtió en cacica y ordenó enterrarlo entre las rocas del monte con todos sus tesoros.

El primer grupo de europeos que navegó las costas de lo que hoy es Colombia, fue la expedición dirigida por Alonso de Ojeda en las costas de la península de La Guajira en el cabo de la Vela. Entre varias adversidades y muchas otros conflictos de esos tiempos el 6 de agosto de 1538, después de la misa oficiada por Fray Domingo de las Casas, el general Don Gonzalo Jiménez de Quesada planta una cruz en medio de una plaza de arena, y en la esquina norte una estaca, con un letrero que nombraba la ciudad: SANTAFÉ DE BOGOTÁ, CAPITAL DEL NUEVO REINO DE GRANADA.

El 20 de julio de 1810 es el día que simboliza la independencia de Colombia de la colonización española, por lo que esta fecha es la celebración patriótica más importante del país. Aunque se piensa que este fue el inicio de la campaña independentista, la verdad es que es parte de un proceso que empezó a finales del siglo XVIII y finalizó con la disolución de la Gran Colombia en 1830.

GARABITO – Costa Rica

El nombre de Garabito puede venir de “Guar de abito” o jefe de la zona de Abito, transformado por los españoles en Garabito este Cacique indígena güetar que, junto con Guarco, gobernaba las dos grandes naciones güetares, que poblaban el valle central y las altas planicies, hasta las costas pacífica y atlántica. Los dominios de Garabito se extendían desde la cuenca del río Virilla en el valle central hasta la montaña de Tilarán y Herradura hacia el Pacífico.

Los güetares eran astutos, valientes y muy amantes de su libertad. El Cabildo de Garcimuñoz los describe así en 1562: “La gente es rica, bien dispuesta e sin sacrificio en su persona; imitan en la ropa, traje y en la contratación a los del Perú; son hermosas de rostro, agudos y sagaces [...]”, y Vázquez de Coronado dice: “[...] son vivos de ingenio, belicosos, mayores de cuerpo que otros, bien hechos [...]”. Ésa era la gente del pueblo de Garabito, que en el momento de la expedición de Juan de Cavallón fue considerado un “cacique viejo, levantisco y mañoso, jefe principal de la resistencia contra los españoles”,

La tranquilidad cotidiana del cacique Garabito se rompió con la entrada en Costa Rica de Juan Cavallón, hombre de mano dura y pocas contemplaciones, lo que provocaría la confrontación con los indígenas. Al ingresar al valle central, desde el llamado Real de la Ceniza, Cavallón envió a su lugarteniente Juan Gallego con cuarenta hombres al valle de Garabito, pero avanzó hasta el valle de la Cruz (hoy Orotína), donde encontró una amplia población, pero no al cacique.

Al llegar Cavallón al sitio y preguntar por él, las respuestas eran evasivas sobre su paradero, tal y como él lo había planeado, a fin de poder hacerle al español una guerra en la montaña; junto con su mujer Biriteca, se había internado en el bosque. Además, siguiendo las instrucciones de su cacique, los pobladores habían ocultado sus bienes y riquezas, con lo que se aparentaba una pobreza tal que la impresión de los españoles fue que en aquel valle no había “nada de gente de pro y, peor aun, nada de aguilillas de oro, pero ni siquiera rastros de riqueza [...]”, al punto de que llamó su atención la pobreza de su vestimenta y desnudez.

Sin embargo, los muy ladinos informaron de que en el valle de Coyoche sí había gran riqueza, razón por la cual los españoles decidieron ir a su conquista. Cavallón puso en manos de Antonio Pereira esta empresa.

Éste cumplió a cabalidad su cometido, al tomar por sorpresa al cacique Coyoche, que dormía en sus ranchos, y con él a su pueblo; éstos fueron llevados prisioneros ante Cavallón y juraron obediencia, en tanto Garabito se escondía con su gente en las montañas.

Cavallón, con ayuda de los indios sometidos, continuó su expedición y en marzo de 1561 fundó la ciudad del Castillo de Garcimuñoz, de importante y efímera existencia en aquel lugar, pues era una llanura estéril y lejana de las concentraciones indígenas, lo que dificultaba su abastecimiento. A sabiendas de la presencia de Pereira, el cacique se hizo representar por un “Garabito falso” que fue hecho prisionero junto con varios hombres, mujeres y niños y, como entre ellos iba Biriteca, su favorita, Garabito decidió suministrar víveres al español, para evitar así su maltrato.

Garabito, en la montaña, hostilizaba a los españoles de todas las formas que tenía a su alcance. Por ejemplo, cuando un español venía de Nicaragua con su familia, fue asaltado por indios de Garabito, continuaron camino y a poco encontraron a cuatrocientos o quinientos indios de Garabito que, después de dura refriega, dejaron heridos a varios españoles, huyendo luego a la montaña.

En abril de 1561 la Audiencia de Guatemala decidió nombrar a Cavallón fiscal de la Audiencia, por lo que emprendió el viaje hacia aquella ciudad, no sin antes recibir una violenta despedida de Garabito, que lo atacó en persona, de lo que logró escapar con gran dificultad. A la salida de Cavallón, quedó como teniente de alcalde mayor el padre Juan de Estrada Rávago, que logró, con su carácter afable y buen hacer, no sólo traer tranquilidad a la provincia, sino ganarse el afecto de los indígenas y dejar a su partida un buen recuerdo de sus diez meses de gobierno al retirarse a Nicaragua en 1563.

Durante los siguientes diez años, Garabito, viejo, cansado y solo, se retiró a un lugar en el valle de Coyoche, donde en 1575, en tiempos del gobernador Anguciana de Gamboa, alguien informó de su ubicación, por lo que el capitán Luis González de Estrada fue encargado de ir en su captura, lo que en efecto logró. Dice Fernández Guardia que “Garabito, que estaba ya muy anciano, se sometió y fue bautizado con unos tres mil de sus súbditos. Anguciana formó con ellos varios pueblos en torno a la recién fundada ciudad de Espíritu Santo de Esparza [...]”. No se conoce la fecha precisa en que murió el rebelde y sagaz cacique.

En 1502, en su cuarto y último viaje al Nuevo Mundo, Cristóbal Colón fue el primer europeo en tocar el territorio de la actual Costa Rica. Sin embargo, la colonización de Costa Rica se inició en 1522. Los españoles fueron optimistas al dar nombre al país, pues esperaban encontrar oro y otros minerales valiosos. Sin embargo, al no hallarlos, tuvieron que dedicarse a la agricultura. Costa Rica se independizó del Imperio español el 15 de septiembre de 1821, junto al resto de la Capitanía General de Guatemala.

HATUEY – Cuba

El cacique Hatuey era natural de la isla Española. En 1503 escapó a la matanza de caciques en la región de Xaragua (actual República Dominicana), decretada por el gobernador Nicolás de Ovando. Marchó en canoa a la vecina isla de Cuba.

Y allí, en el cacicazgo del Bayamo, organizó la resistencia indígena. Convenció a los indios de que debían preparase para la guerra. Según Las Casas, convocó una reunión en la que explicó que el dios de los españoles era el oro, al que adoraban y querían mucho, y que para conseguirlo los sojuzgarían y matarían. Acto seguido, hicieron un “areito” —una ceremonia— en torno a una cestilla llena de polvo de oro porque así —decían— “quizás le agradaremos y les mandará que no nos hagan mal”.

En 1511, a la llegada del teniente de gobernador Diego Velázquez el citado cacique tenía “señoreada la media Cuba”. Pero cierto o no, la diferencia tan abismal entre los taínos antillanos y los españoles fue tal que la resistencia apenas duró tres meses. Diego Velázquez fue cercando a los insurrectos en el cacicazgo de Maisi hasta que, finalmente, el líder indio fue prendido. Las causas de la derrota fueron, no sólo la inferioridad en las armas y la falta de capacidad estratégica, sino, sobre todo, la inexistencia de confederaciones de tribus para actuar conjuntamente.

Antes de quemarlo en la hoguera —relataba el dominico Bartolomé de Las Casas—, un franciscano se le acercó para hablarle del cielo y de la salvación eterna. El desdichado indio le preguntó que si los españoles iban al cielo, y ante su respuesta afirmativa, expresó su deseo de ir al infierno.

El 27 de octubre de 1492 llegaron a costas cubanas por la zona de Bariay, tres naves españolas, La Pinta, La Niña y la Santa María, comandadas por Cristóbal Colón, quien desembarcó al siguiente día. Según las Cartas de Indias, una vez que Colón pisó suelo cubano, se arrodilló en la arena y con la cabeza inclinada hacia arriba exclamó: “Esta es la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto jamás”.


Cuba fue una de las últimas colonias americanas en conseguir la independencia de la dominación española. La lucha por volverse un Estado independiente comenzó en 1895, con el Grito de Baire, y finalizó tres años más tarde con la rendición de las tropas españolas ante el avance de la armada norteamericana. Estados Unidos participó de la independencia cubana respondiendo a sus propias ansias colonialistas, motivado por su interés de expulsar a España de su zona de influencia.

El 22 de abril de 1898 la escuadra de EE.UU., al mando del almirante Sampson, bloqueaba los principales puertos de la isla. Había comenzado la guerra hispano-cubano-norteamericana.

FUENTES

ARGENTINA

  • La expedición de Américo Vespucio al Río de la Plata por Emir Reitano
  • Fatalidad y mito en la conquista del Tucumán José Oscar Figerio Esteco
  • Ministerio de Cultura Argentina

BOLIVIA

BRASIL

CHILE

COLOMBIA

COSTA RICA

CUBA

  • Historia de las Indias de Fray Bartolomé de las Casas
  • Historia de Cuba, I. De la organización tribal a la dominación española (1492-1553)
  • Historia general y natural de las Indias de Fernández de Oviedo
  • Ministerio de Educación de la República de Cuba


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