LA CAPILLA DE SAN JUAN DE LETRAN

En este día dentro del Calendario Católico se recuerda a la Basílica de San Juan de Letrán, ya que fue consagrada un 9 de noviembre del año 324. Antes de ello era un palacio que los dueños eran una familia que llevaba ese nombre, Letrán. El emperador Constantino, que fue el primer gobernante romano que concedió a los cristianos el permiso para construir templos, le regaló al Sumo Pontífice el Palacio Basílica de Letrán.

En la actualidad son consideradas Basílicas Mayores la Basílica de San Juan de Letrán, la Basílica de San Pedro del Vaticano, la Basílica de San Pablo extramuros y la Basílica de Santa María la Mayor, situadas en la ciudad de Roma.

En todas ellas hay un altar reservado para el Sumo Pontífice y disponen de Puerta Santa que se abre con motivo de la celebración de los Jubileos o Años Santos.

San Juan de Letrán es la sede del Papa, como obispo de Roma; San Pedro se alza sobre el sepulcro del Príncipe de los Apóstoles y San Pablo, como quedó recientemente demostrado, fue edificada sobre la tumba del llamado «Apóstol de los Gentiles»; mientras que Santa María la Mayor fue el primer templo edificado en Roma, en honor de la Virgen. Estas circunstancias y su antigüedad les confieren una preeminencia honorifica sobre el resto de las iglesias de la Cristiandad.

Nos referimos a ella porque justamente en la ciudad de Quito, hay una capilla con este nombre y su construcción se inició con algo sencillo en el año de 1537 y así 22 años más tarde los religiosos de la Merced cedieron parte de esas tierras al Capitán Diego de Sandoval en la que edifico una capilla dedicada para San Juan a ejemplo de la Basílica de Letrán que existe en el Vaticano como hemos mencionado.

Además estaba destinada también para lugar de descanso eterno del Capitán y el de sus herederos, hecha con adobe y techo de paja que permaneció así casi por 70 años. En la que fue remplazada por cal, piedra y ladrillo.

Pero lastimosamente esta capilla perdió su origen quedando solo los muros, ya que por la década de 1910, la comunidad remplazo el retablo original con uno de estilo neogótico y también cambiando la imagen de San Juan que databa del siglo XVI.

Esta capilla fue testigo de la devoción popular de la ciudad a causa de los terremotos y pestes que asolaron a la ciudad. Muchos que hemos pasado por la Iglesia de la Merced hemos visto al lado este una puerta pues es precisamente aquella por donde se ingresa a dicha capilla.

Allí todos los miércoles después de la misa de 07h00 se reúnen los miembros de la Tercera Orden de la Merced. Lastimosamente fuera de ese día una cadena con candado pasa sus días en su entrada.

FUENTES

  • GUIA DE ARQUITECTURA DE LA CIUDAD DE QUITO TOMO DOS
  • EL CONVENTO DE LA MERCED DE QUITO DE 1534-1617

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